Tamo significado bíblico

tamo

Definición. El significado bíblico de tamo es polvo o paja menuda que permanece en las eras después de que se trilla. Esto sucedía en el caso de usar el aventador, donde se lanzaban mieses como el trigo y la cebada. En las santas escrituras se utiliza este término de manera simbólica, en referencia a una labor que se realiza en los campos.

Vídeo sobre el significado bíblico de Tamo

¿Cómo se obtenía el tamo?

Desde tiempos antiguos hasta la actualidad, las personas cultivan en la tierra algunos cereales. Cuando ya está lista la cosecha, se cortan las ramas con las vainas y se golpean para separar el grano de la paja. Esto hace que la semilla salga de la cáscara y se aloje al fondo o en el suelo.

Para lograr que el tamo se aparte de los granos, se avientan los montes de ramas. El viento se lleva lo que no sirve, como si fuera polvo y las semillas se quedan en la era. Las personas que hacían ese trabajo, solían quemarlo para evitar que la brisa volviera a traer este material.

Esta paja no tenía ninguna utilidad, ni era comestible para los humanos o los animales. Por eso, se consideraba una basura, de la que había que deshacerse. Así se evitaba que se mezclara de nuevo con los granos. Era tan inservible, que no tenía ningún valor y se consideraba indeseable por todos.

¿Cómo se usaba la palabra tamo en la Biblia?

Muchas personas, incluyendo los escritores de la Biblia, empleaban este término, cuando se mencionaba a algo ligero y sin valía. También servía para referirse a las cosas buenas que debían separarse de las malas. Por eso, en algunos pasajes se ilustra a Jehová aventando a los apóstatas, igual que si fueran tamo, para sacarlos de su pueblo.

Además, indican que a los inicuos los eliminaría tan fácil como si se los llevara el viento. Por otro lado, las naciones que oponen al Todopoderoso no representan ninguna amenaza ante Dios, porque no tienen peso delante de él. El profeta Daniel, dio un ejemplo muy acertado al respecto. Él mencionó que el reino celestial acabaría con sus enemigos, como las partículas pequeñas que se lleva el viento.

Ahora bien, Juan el Bautista predijo que al venir la destrucción ardiente provocada por Dios, Jesús haría el trabajo de un trillador. Esto se debía, a que él recogería en trigo (las personas que quieran servirle a su padre con un corazón sincero). Pero quemaría la paja (los malvados religiosos falsos) en un fuego que no se apaga.

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