El Salmo 1 nos muestra dos hombres con destinos diferentes.
Podemos observar lo que nos explica sobre la práctica del hombre bienaventurado y dichoso y también sobre aquellos que no. Nos habla de aquellas personas que basan su vida en prácticas como interactuar con los malvados, además comparten su camino con otros pecadores para terminar con personas que blasfeman. Nos explica que no debemos escuchar la palabrería ni los consejos de los malvados y mantenernos en nuestra fe.
El Salmos 1 nos hace una comparativa con lo que aquellos que no siguen el camino correcto, aquellos que no siguen la fe, además, hace referencias a la constancia y la paciencia en párrafo :
Y será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
que da su fruto a su tiempo,
y su hoja no se marchita;
y todo lo que hace prospera.
Podemos observar que nos dice que los frutos de la fe llegarán, el buen camino y la paciencia serán los que nos lleven a un correcto destino. Además, nos hace referencia a las aguas, haciendo una clara simbología de abundancia.
El Salmo termina diciéndonos que «el Señor conoce el camino de los justos», refiriéndose a que él no cambia su camino y conoce el correcto, algo que es coherente teniendo en cuenta que hoy en día mucha gente no sabe lo que es el bien o el mal.