Silhim significado bíblico

silhim

Definición. El significado bíblico de Silhim, es una de las villas que se le adjudicó a los que pertenecieron a la tribu de Judá. Tales acontecimientos aparecen visibles en el libro de Josué y se le menciona junto con Lebaot, Aín y Rimón.

Es por eso, que a Silhim se le cuenta dentro de las veintinueve ciudades que formaron parte de las aldeas de ese territorio.

Sin embargo, hasta la fecha no se tiene una ubicación precisa para tal sitio. Aunque se dice que se localizaba al sudoeste de Judá.

En cuanto al término Silhim, tenemos que su proceder es del hebreo Shiljîm que en español significa armados, fuertes o dardos.

Además, algunos le confunden con otra villa que se llamaba Saruhén. La razón es que, se le menciona dentro de las ciudades que formaron parte del mismo territorio.

Silhim y la lista de las Crónicas

Es importante señalar que Silhim aparece en las ciudades que existieron hasta que se llevó a cabo el reinado de David. En la Biblia, se hace alusión a los descendientes de Judá, en donde, sobresale Fares, Hur, Sobal, Hezrón y Carmi.

A partir de ello, comenzaron a surgir diversos núcleos familiares y familias procedentes de cada uno de ellos. Todo esto tuvo que ver con las invocaciones que los hijos de Israel le hicieron a Jehová.

Siendo así, que le pidieran bendiciones y que ensanchara sus territorios. Pues, el fin era seguir repoblando la tierra.

De este modo, Dios les escuchó y les libró del mal. A la vez, les otorgó lo que pidieron, estando Silhim presente dentro de sus oraciones.

Es por eso, que más adelante comenzaron las nuevas generaciones en donde se nos menciona a Estón, Cenaz, Otoniel, entre otros.

Silhim y los descendientes de Simeón

Ahora bien, Silhim fue parte importante de los hijos de Simeón. Puesto que, a ellos también les perteneció esta porción de las tierras designadas por Jehová. Entre los personajes más resaltantes, tenemos a Nemuel, Jarib, Zaera, Saúl y Jamín.

Sin embargo, los descendientes de Simeón no contaron con la misma suerte que los de Judá. La razón de ello, es que sus parientes no pudieron reproducirse de igual manera.

En este sentido, tenemos que los de Simei y sus hermanos casi no tuvieron hijos ni se multiplicaron sus familias como ocurrió con las demás tribus.

De todos modos, Dios les concedió la dicha de vivir en Silhim y en ciudades como Beerseba, Ezem, Tolad, entre otras.

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