Roca significado bíblico

roca

Definición. El significado bíblico de roca es 'masa natural de mineral sólido'. En el idioma original se emplean dos términos para diferenciar las piedras de los peñascos. Puede usarse de forma literal o figurada para describir lugares o cualidades.

Vídeo sobre el significado bíblico de Roca

Rocas literales en la Biblia

Las Escrituras conservan el nombre de algunos peñascos rocosos, como Etam, donde Sansón residió por un tiempo tras vengarse de los filisteos. También se menciona a las rocas dentadas de Sené y Bozez, donde Jonatán, hijo del rey Saúl, emboscó un puesto de avanzada enemigo en compañía de su escudero.

De la misma forma, se hace referencia a varias rocas en particular. Por ejemplo, la roca de Oreb, también conocida como peña de Oreb, donde Gedeón y sus hombres mataron al príncipe madianita del mismo nombre. En una ocasión, Moisés y Aarón no dieron gloria a Dios cuando sacaron agua para el pueblo en Meribá, un peñasco en los alrededores de Qadés.

Empleo figurativo del término roca

Al describir las cualidades de Dios, se usa la palabra 'roca' para ilustrar rasgos. Por ejemplo, se le llama 'roca fuerte' para indicar que es un refugio seguro para su pueblo. Sin embargo, este término no se limita a Jehová. En la Biblia se da a entender que otras naciones también lo utilizaban para referirse a sus dioses falsos.

Una connotación muy distinta se aplica en una profecía de Isaías acerca del Mesías. Allí se dice que Jesús sería una roca sobre la cual chocarían las casas de Israel. Durante su ministerio terrestre, Cristo hizo referencia a esas palabras al aclarar que sería como una piedra de tropiezo para aquellos que lo rechazaran.

En las Escrituras Griegas, Jesucristo empleó la palabra 'roca' en sus ilustraciones. Un ejemplo de esto es la parábola de las semillas sembradas sobre distintos tipos de terreno. Comparó el suelo rocoso con la tierra sin profundidad donde la planta no logra echar raíces y se marchita al poco tiempo.

El mismo término para 'roca' lo emplean como nombre propio del apóstol Pedro. Un adjetivo similar describe a peñascos dentados. El ministerio de Juan el Bautista sirvió para despejar el camino escarpado o rocoso en preparación a la llegada del Cristo.

Otra expresión aparece cuando se habla de rocas ocultas bajo el agua que pueden hacer encallar un barco. El escritor bíblico las comparó con aquellos que se introdujeron en las congregaciones albergando motivos corruptos. Así como una nave podía hundirse por culpa de estas amenazas escondidas, tales hombres eran un peligro para la fe de otros cristianos.

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