Retribución significado bíblico
Definición. El significado bíblico de retribución es una recompensa que se obtiene gracias al hacer una acción. Aunque este término puede ser llevado a un ámbito positivo, se le da una connotación negativa.
En un pasaje Dios nos dice que 'Mía es la venganza y remuneración, yo tomaré desquite de mis enemigos', si tú haces malas acciones se te retribuirá lo propio, o incluso peor. De la misma manera, la corrupción y la avaricia traen a los hombres la justicia divina del cielo.
Este comienzo se une al fondo del antiguo testamento, pero se ha tomado en cuenta más los principios del evangelio cristiano. Las recompensas que llegan de la santidad y del basto amor de Dios, todos los humanos las recibimos en abundancia con sus obras.
La retribución y el juicio
En este contexto del juicio, la retribución es la llegada al paraíso y la vida eterna para los que en la tierra obran bien. En los textos del antiguo testamento, se veían desde una perspectiva terrenal. Por ende, el obrar de Dios castigaba al pecador mediante los sucesos que serían historia. Dios es libre de decidir si difiere o no una pena, para perdonarla o cambiarla, dependiendo la retribución que desea impartir.
En general, este término se considera como un hecho que se da nacional o familiar. En parte de los escritos de Jeremías y Ezequiel, nos dictan que la retribución individual es de suma importancia. Asimismo, en los textos se ve afirmado que todo esto es una conexión dada entre la acción y la retribución. Puede ser también llamada recompensa.
Cuando hablamos del aspecto económico, el salario que se pudiera obrar sería la retribución a lo que hiciste. Mientras más difícil tu trabajo, más debes de recibir, conforme gastes tiempo, esfuerzo y mente en ello.
Jesús en el nuevo testamento nos menciona la idea judía de la retribución, decía que ella era parte vital de la vida, nos lo explicaba de varias maneras. La primera sería con las siembras, si tú tenías tu huerto y trabajabas en él, con el tiempo de recompensa se te darían cosechas, con las que podrías llevar comida y dinero a tu hogar. De la misma manera, los productos que te comprarán alimentarán a otras casas.
La necesidad de recibir por una conducta buena o de castigo por una mala viene de la naturaleza de la existencia. Si no tenemos expectativas al realizar algo, no tendría valor nada.