Pudente significado bíblico

pudente

Definición. El significado bíblico de Pudente, es creyente de Roma que envía sus saludos a Timoteo en la carta que escribió y dio a conocer Pablo. En ella se menciona a Lino, Claudia y demás hermanos que formaron parte importante de la congregación.

El nombre Pudente en español se traduce como aquel que es muy tímido, vergonzoso o modesto. Tal vocablo parte del latín Pudens y del griego Póud's. Algunas inscripciones antiguas revelan ciertos cambios que se presentaron en letras que se perdieron de una transcripción a otra.

El pueblo de Dios Pudente

La palabra Pudente también se relaciona de manera directa con el pueblo que se considera de la propiedad privada de Dios. Habla de la importancia que tiene Israel como si le perteneciere de forma exclusiva al Altísimo. Se trataba de su tesoro más especial que a nadie más le pertenecía.

El pueblo Pudente de Jehová estaba en la capacidad de recibir su santa voluntad y las cosas que les fueron reveladas a algunos de sus integrantes. Esta nación tenía superioridad en la adoración a la hora de prestar sus alabanzas al Creador.

Asimismo, quien era Pudente del Señor, se consideraba como uno de sus máximos representantes en cuanto a la conversión del mundo hacia sus designios. Es por ello, que el apóstol Pedro aplicó esta expresión a la iglesia cristiana. Podemos observar todo esto desde los inicios del antiguo testamentos con las historias donde se selecciona a Abraham y a sus descendientes para que cumpliesen la misión divina en la tierra.

Pudente y el final de la vida de Pablo

Pudente fue un hombre que estuvo presente el día que Pablo escribió su segunda carta a Timoteo. Esto ocurrió en los últimos días de su vida cuando instó a que se predicara la palabra de Jehová para manifestar su reino por todo lo alto. Le dijo que se hiciera cargo de quienes practicaran falsas doctrinas y se apartaran de la verdad.

Pablo deseaba que antes de partir de este mundo el evangelio triunfara y cumpliera su función en el monasterio. Alegó en sus líneas que el tiempo de dejar la tierra era cercano y que quería que su fe le salvara no solo a él, sino también a sus hermanos de justicia.

En la bendición final, el apóstol envía saludos a Pudente, Lino, Claudia y todos los deudos en Cristo. Les concedió la gracia de Dios y les dijo que esperaría verlos en el reino de los cielos.

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