Préstamos significado bíblico

Definición. El significado bíblico de préstamos, es adelanto de fondos u objetos otorgados a una entidad bancaria o autoridad.  En los tiempos antiguos, los israelitas solían solicitarlo. Tal vez, no lo hacían con dinero, sino con artículos alimenticios que les permitieran solventar sus necesidades básicas.

En los préstamos también se daba lugar a la usura, un interés abusivo por parte de la persona que exigía y que podía aprovecharse de las vicisitudes del otro. Sin embargo, esta clase de situaciones eran comunes porque los pobladores solían requerir con urgencia ciertas cosas o bienes materiales.

Vídeo sobre el significado biblico de Préstamos

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Los préstamos a los menesterosos

La Biblia menciona los préstamos junto con las leyes y ordenanzas que Dios mandaba a los de su pueblo. Tal como se indica en los pasajes de Deuteronomio, era fundamental brindar una ayuda a los más necesitados. El señor invitaba a los hombres y mujeres a contribuir con aquellas personas que se encontraban en las ciudades, sobre todo, quienes eran pobres.

Aquel que fuese a realizar préstamos, no debía endurecer su corazón ni cerrar su mano en contra de sus hermanos en la fe. Las cosas que se les daban a los pobres no exigían ningún tipo de interés en el futuro o de remuneración, ya que, la entrega debía hacerse de forma desinteresada.

Dios también fue claro al dictar que los préstamos dados a otra persona, tenían que estar limpios de cualquier clase de usura. Nadie debía comportarse como logrero o aprovecharse de la necesidad ajena, lo que constituía un grave pecado ante los ojos de Jehová.

Las leyes del libro de levítico hicieron mención a los préstamos y al amparo concedido a los pobres o extranjeros que no disponían de una morada en la cual residir. Aquel que fuese a brindar una mano amiga por medio del dinero o de los víveres, no recibiría ningún tipo de ganancia.

Las deudas por el préstamo

La Biblia narra la historia de un profeta que tomó préstamos, pero su familia quedó en deudas. En este tipo de circunstancias, lo más común era vender a uno o a todos los miembros del clan como esclavos. Si bien esta costumbre parecía ser cruel, les permitía acudir de un sitio a otro con la finalidad de que les alimentasen y no muriesen.

Este capítulo de las escrituras nos enseña que el pago de los préstamos era fundamental si las familias deseaban permanecer unidas. En el libro del éxodo se exponen casos similares que se asociaban de alguna manera con el trabajo forzado o la servidumbre a causa de las deudas.