Pavés significado bíblico
Definición. El significado bíblico de pavés, es especie de escudo redondeado capaz de cubrir casi todo el cuerpo de los guerreros antiguos. Quizá la gente del rey David llegó a emplearlo, dado que, sus hombres tenían acceso a las caballerizas, a los carros y a otros elementos propios de las batallas que se llevaban a cabo por la época.
El pavés dentro del gran ejército del rey
En 1 Crónicas 12:8 encontramos esta referencia bíblica 'También de los de Gad huyeron y fueron a David, al lugar fuerte en el desierto. Hombres de guerra muy valientes para pelear, diestros con escudo y pavés. Sus rostros eran como de leones, y ligeros tal cual las gacelas sobre las montañas'.
Tal referencia en la que aparece el pavés se establece en el capítulo del ejército de David que vino a su encuentro en la localidad de Siclag. Tales cosas ocurrieron cuando se encontraba encerrado a causa de Saúl.
Los valientes que emplearon el pavés y otros elementos de guerra también contaban con arcos, usaban las dos manos para tirar piedras con honda. Eran diestros con las saetas, siendo capaces de herir a cualquiera. El principal de ellos se llamó Ahiezer, había otros como Joás, Pelet, Ismaías o Jeremías.
Todos aquellos que se equiparon con el pavés y demás armas de guerra, estuvieron dispuestos para pelear. Se acercaron con corazón perfecto, porque deseaban ver triunfar a David sobre la vastedad de Israel.
Otras menciones de pavés en la Biblia
Volvemos a encontrar esta palabra en 2 Crónicas 9:15 'Hizo también el rey Salomón doscientos paveses de oro batido, cada uno de los cuales tenía seiscientos siclos labrados'. La cita bíblica se refiere a las riquezas y a la fama que caracterizaron a tal personaje durante los años que vivió.
Los mercaderes le llevaban a Salomón exuberantes cantidades de oro. Así como, elementos preciosos que enriquecían su reino. Se enumeraban también los negociantes, reyes de Arabia y los gobernantes de las tierras.
Esta es la razón por la que pudo hacer toda clase de pavés, de acuerdo a el dinero que poseía. Mandó a elaborar escudos de oro batido y los colocó en la casa del bosque del Líbano. Aunado a ello, construyó un trono de marfil muy elegante dispuesto con un total de seis gradas.
El rey excedió a los demás en riqueza, pero no solo en eso, sino también en la gran sabiduría que le caracterizó hasta que hizo lo malo ante los ojos de Jehová.