Orín significado bíblico

orin

Definición. El significado bíblico de orín, hace referencia a una capa rojiza que aparece en las superficies del metal. Lo que indica el desgaste de la platina. La expresión alude al óxido de los metales.

Vídeo sobre el significado bíblico de Orín

¿Por qué se produce el orín?

Por lo general, el hierro se tiende a corroer debido al óxido. Cuando estos materiales se exponen a la humedad y al aire del ambiente, se forma una sustancia de color amarilla que se pega sobre la superficie. Esta mancha suele variar de tono y pasar de amarillento o rojo.

Es común observar las puertas de hierro, que presentan esa sustancia. Sobre todo aquellas que no posee protección ante los elementos del ambiente, es decir, alguna pintura anticorrosiva que impida que los afecte el orín.

Al tocar el hierro dañado, se desprende un polvillo y se puede sentir el grado de oxidación. Pero este se adhiere tanto que llega a perforarlo. Los metales en esa condición demuestran su estado de desgaste, degradación y pérdida. Porque muchos quedan inservibles.

Especialistas sobre el tema señalan que el orín es el cáncer del hierro. Al pegarse, debilita la superficie causando picaduras. En el caso de botes y barcos, se ven afectados debido a la acción del agua salada que contribuye a que se forme con rapidez la sustancia.

Uso de la expresión orín en las Escrituras

En la Biblia se utiliza el sinónimo de la palabra para indicar la condición espiritual y moral de una persona. Las malas acciones de alguien lo corrompen tal como lo hace el óxido con el hierro. Por eso el discípulo Santiago mencionó bajo inspiración divina una advertencia hacia quienes usan sus posesiones materiales para el mal.

Estas se pudrirían con el orín, dando a entender degradarían aún más su conducta y esto sería palpable, cuando rindieran cuenta ante Dios. Por su parte, el profeta Ezequiel también utilizó el término para ilustrar la decadencia y corrupción de los habitantes de Jerusalén.

El Orín ejemplificaba la depravación moral, la inmundicia y la sangre derramada de la que eran culpables. Y añade que sería sometida al fuego para desprender esa corrosión. En el sentido que la sitiarían los enemigos.

Por otra parte, en Mateo se señala la frase en la exhortación que hizo Jesús a sus seguidores. Donde previene sobre las riquezas que fácil se van o la hurtan y anima a hacerse un buen nombre ante Dios porque eso es un tesoro que nadie puede quitar.

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