Noa significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Noa, es personaje que perteneció a la descendencia de Manasés y que figura dentro de las escrituras sagradas del libro de los Números. Su nombre aparece referenciado junto con el de Tirsa, Milca, Hogla o Maala.
La traducción hebrea del término Noa quiere decir aquel que tiembla o se tambalea. También aparece en el censo del pueblo que se llevó a cabo en Moab. Estas cosas acontecieron cuando Jehová quiso que sus proles y la congregación plasmaran sus nombres para así conocer quiénes podrían salir a la guerra en Israel.
Se contaron así a los de la tribu de Simeón, Gad, Judá, Isacar y Zelofehad pariente de Hefer, quien no tuvo varones sino hembras. Entre ellas aparece Noa y sus hermanas que se consideraron parte de las familias de Manasés y de todos se tuvo un total de cincuenta y dos mil setecientos.
Hay que señalar que el padre de Noa y los demás hombres que participaron en el censo recibieron la orden para la repartición de la tierra. Dios le dijo a Moisés que esto tenía que ver con las heredades. Los mayores en número obtendrían zonas más extensas, pero también se echarían suertes conforme a las tribus de las casas de sus progenitores.
Noa y la petición de sus hermanas
En el libro de los Números se alude a Noa y a la petición de las hijas de Zelofehad. Lo común por aquella época era que las tierras pasaran de los padres a los hijos, no a las mujeres. Por eso, temían que sus bienes y herencia se asumieran por alguien más. Lo que, dejaría atrás sus nombres a través de las descendencias.
El sistema recompensaba a las damas como Noa con dotes por parte de los padres el día en el que se entregaban en matrimonio. El yerno era quien proveía la pertenencia que permitiría suministrar a la esposa en caso de que el marido la dejara o muriese.
Para que las cosas no fueran injustas, Moisés les dio la posesión a Noa y a las demás hijas de Zelofehad, quien falleció de forma inesperada y nunca engendró varón. Tuvieron heredad entre los hermanos de su progenitor al momento en el que se les transfirió en el nombre de Dios.
Podemos observar lo siguiente en Números 27:8-10, 'Y a los de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin proles, traspasaréis su herencia a su hija. Si no tuviera, daréis su sucesión a sus hermanos; y si no es el caso, su representación a los de su padre'.