Nereo significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Nereo, es nombre de uno de los hombres a los que Pablo envía sus saludos en los escritos de las epístolas. Se le menciona junto con Hermes, Patrobas, Hermas, Julia y otros personajes importantes de aquellos tiempos.
Representación de Nereo en la mitología
Nereo también figura en la mitología griega a la par de las ninfas y otras divinidades que se dieron a conocer en todo occidente. Se trató de un Dios marino que simbolizaba la profundidad de las aguas y que fue el mayor de los cinco hijos de Ponto.
A Nereo se le vincula con los remolinos que acontecen durante las tormentas en todas las regiones del mundo. Se dice que tenía gran poder sobre las olas y es por ello, que se le adjuntó el calificativo de anciano del mar. Su nombre sobresale en las obras de Homero, más que todo en la de la Ilíada.
Es preciso decir que Nereo se caracterizó por su virtud y rectitud en su comportamiento. Entre su descendencia aparecen las ninfas del agua salada que se contaron y reconocieron en los escritos mitológicos. Muchas de ellas heredaron los talentos y los dones procedentes de su padre.
Más adelante, a Nereo se le representó por un anciano que llevaba todo el tiempo bastón e iba rodeado de las nereidas. Del mismo modo, se le atribuían características físicas como colas de pez u objetos de poder catalogados por tridentes.
Nereo el cristiano de Roma
Sabemos que Nereo fue un cristiano de Roma al cual Pablo envía sus saludos personales en sus cartas. En las mismas relata los favores que desea se cumpla con los hermanos de la iglesia en zonas como Cencrea.
Además de a Nereo, el apóstol deseaba que le prestaran ayuda a los demás miembros de la congregación que le sirvieron en vida. Es así que se menciona a Priscila y a Aquila, una pareja de esposos a quienes consideró como sus más íntimos colaboradores en Cristo Jesús, los que, expusieron sus vidas con tal de resguardarle a él.
Por su parte, Pablo habla en sus epístolas de las iglesias, sus compañeros de prisión y de los de la casa de Aristóbulo. En el pasaje número 15 del libro de los romanos hace especial referencia a Nereo junto con su hermana Julia, sin omitir, a los que consideró santos que se encontraban con ellos. Hacía hincapié en saludarlos con gran devoción, así como a las demás iglesias conformadas gracias a la fe de Cristo.