Nariz significado bíblico

nariz

Definición. El significado bíblico de nariz es órgano de la cara en el que están los orificios que comunican el sentido del olfato y el aparato respiratorio. Por medio de él, se pueden percibir los olores y mejorar la experiencia de degustar un alimento.

¿De qué manera se hace referencia a la nariz en la Biblia?

Desde los primeros capítulos del libro de Génesis, se menciona a este órgano. Se indica que Dios creó al hombre del barro y le sopló en la nariz el aliento de vida. Esto fue los que hizo, que Adán llegará a ser un alma viviente.

La razón era que no solo sus pulmones se llenaron de aire, sino que también obtuvo la fuerza de vida que es mantenida por la respiración. Durante el Diluvio, todos los que tenían activas sus narices, es decir humanos y animales, murieron. Los únicos que sobrevivieron fueron Noé y su familia.

Por otro lado, en las santas escrituras también se usa este término para referirse a la cara. De Adán se dice que como castigo debía ganarse el alimento con el sudor de su rostro o nariz. Además, Lot se 'inclinó (con su nariz) a tierra delante de los ángeles que lo visitaron'.

Cuando este órgano tiene un buen perfil, hace un gran aporte a la belleza del rostro. En Cantar de los Cantares se asemeja a la nariz de la sulamita, a la torre del Líbano. Es probable que haya sido por su simetría. Esto le agregaba dignidad y belleza a su cara.

¿Qué uso ilustrativo recibe la nariz en las escrituras?

Esta palabra se emplea de manera figurada para referirse a la cólera. Esto se debe a la respiración agitada que tiene una persona que se enoja mucho. También se indica que cuando Jehová está molesto, sale humo de su nariz o al desplegar su poderosa fuerza activa.

Muchos escritores de la Biblia usaron la comparación de la nariz con la cólera. En Proverbios, el capítulo 30, se dice que 'apretar ese órgano' hace que una persona molesta, no reprime sus palabras por la rabia y deja salir de forma desenfrenada insultos. Y el profeta Isaías mencionó que cuando el pueblo caía en la idolatría era como un humo molesto en la nariz de Jehová.

Para Dios era muy importante que los representantes del pueblo en el templo, no tuvieran ningún defecto. Por eso, estableció que los sacerdotes de Israel no debían tener una nariz hundida o mutilada.

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