Música significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de música, es sucesión de sonidos y ritmos que recrean el oído. Se engloban conceptos como la melodía o la armonía, lo que representa las bases para su correcta escritura.

De manera similar a la danza, la música es capaz de producir deleite en las personas que la escuchan. Todo ello, a través de la voz o de instrumentos de cuerda, de viento o percutidos.

En los tiempos antiguos, existía una compañía de gente que tocaba música en conjunto. También, se hace referencia a las melodías que sonaban en la capilla real por medio de cantos gregorianos que aún permanecen en nuestros días.

¿Qué dice la Biblia sobre la música?

La música es uno de los artes más antiguos que existen desde la historia de la humanidad. Es por eso, que se le cita en diversos pasajes del viejo testamento, ya que, es del agrado de Dios.

La música tuvo un rol central para el pueblo de los israelitas. Les acompañó en múltiples de sus celebraciones religiosas y de adoración a Jehová. De hecho, varios de los salmos se escribieron en forma de canciones con la finalidad de que las personas los cantasen.

En este sentido, la música fue una forma de expresión y alabanza a Dios cuando ocurría algún evento resaltante. Por ejemplo, el día que fueron a traer el arca del pacto hacia la ciudad de Jerusalén, hubo gran alegría por parte de los del pueblo.

Otro acontecimiento importante que tiene relación con la música, fue el día del nacimiento de Jesús. Para anunciar su llegada al mundo, los ángeles emitieron hermosas melodías.

Funciones principales de la música en la Biblia

El primer empleo que se le daba a la música en la época antigua, era aquel de alabar y adorar a Dios, así se señala en el libro de romanos y de los hechos. A la vez, era capaz de demostrar la alegría que sentía el pueblo ante ciertos acontecimientos resaltantes.

La música también sirvió como un canal o medio de comunicación con el creador del mundo, ya que las personas no sólo se limitaban a las oraciones. Servía para invocar a Jehová, con la finalidad de que se manifestase en ciertas reuniones o congregaciones.

Otra de las funciones más sobresalientes de la música dentro del contexto bíblico, fue la de agradecer al creador del universo por sus bendiciones. Hay que resaltar que, en ocasiones, se le acompañaba con la danza, lo que también era grato para Jehová.

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