Mes significado bíblico
Definición. El significado bíblico de mes, es una de las partes en las que se divide el año y que en total son doce. Es por ello, que aquí se engloba cada uno de los días que transcurre, así como otras medidas de tiempo que se relacionan con las horas.
El término mes se empleó bastante dentro del contexto religioso y sagrado. Pues, algunas fechas y celebraciones importantes se marcaban en los almanaques.
El mes de Kislev
Por su parte, encontramos la palabra Kislev asociada con el mes que pertenecía al calendario de los judíos. Tal temporada se caracterizaba porque contaba con vastas lluvias y nevadas que eran de gran beneficio para la productividad de las cosechas.
Asimismo, Jehová estableció fechas fijas cada mes en las que se realizaban celebraciones en honor a su nombre.
De tal modo, se efectuaban ceremonias bastante relevantes dentro del contexto sacro. Puesto que, se le daba gracias al Creador por la abundancia de las cosechas y la cantidad de los frutos que alimentaban a los hombres.
El mes y los israelitas
Ya desde el tiempo de los israelitas se empleaba la palabra mes. Estas personas fueron adaptándose a que el año se dividía en doce y algunos días tenían 30 o 31.
A su vez, servía para designar la fecha en la que nacieron ciertos personajes bíblicos como lo es el caso de Moisés, Aarón o Abraham.
Vemos algo similar en Génesis 7:11 en el siguiente versículo de la Biblia. 'El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días, se rompieron todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos se abrieron.'
En este sentido, se registraron muchos eventos que se contaban según el mes o los días del año en los que acontecieron.
Más adelante, incluso se anexaron ciertas perturbaciones cósmicas que retrocedían en la productividad de las cosechas de Israel. Por lo que, comenzaron a emplearse relojes de sol.
Por su parte, existieron hombres que llegaron a trazar un calendario lunar cada mes. Así lo vemos en Génesis 1:14. 'Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos al separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones y años.'
Más adelante, los antiguos se acostumbraron a que la duración del mes variara entre los 29, 30 y 31 días. Por lo que, sus aproximaciones resultaban ser un tanto más acertadas.