Mene significado bíblico
Definición. El significado bíblico de mene, es uno de los vocablos que figura en una inscripción de la antigüedad. Esa palabra se acompaña junto con Tekel y Uparsin, se plasmaron en la pared del palacio de un rey llamado Belsasar.
Se dice que el término mene se escribió el día que se efectuó una fiesta por la que cayó Babilonia. La traducción del nombre quiere decir aquel que calcula o contado, la transliteración procede del arameo.
Mene y la escritura en la pared
La Biblia en los capítulos de Daniel nos dice que el rey Belsasar realizó un gran banquete. El juntó para ello a mil de sus príncipes y en su presencia, todos bebían vino y se deleitaban con la comida. Se encontraban rodeados por las mujeres y las concubinas, además, se mandaron a traer los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor trajo del templo de Jerusalén.
En ese momento, apareció un hombre que escribió delante del candelero, en la parte de la pared del palacio real, la frase que incluía la palabra mene. Sucedió entonces que el rey se angustió, sus rodillas se debilitaron.
¿Cómo descifraron el mensaje de mene?
Al ver el término mene, que iba acompañado de otros vocablos, el rey se asustó, sin saber de qué se trataba todo aquello. Entonces, decidió llamar al grupo de Magos, Caldeos y adivinos de su localidad.
El rey les traería una sorpresa especial a todos aquellos que pudiesen identificar aquel mensaje en el que aparecía la palabra mene. Dijo que, si le mostraban su interpretación, se les vestiría de púrpura y se les otorgaría un collar de oro para que adornase sus cuellos.
A pesar de los esfuerzos del rey por traducir el término mene, hasta ese instante nadie fue capaz de hacerlo con efectividad. Todos los allí presentes no sabían de qué se trataba el asunto y por, lo tanto, se encontraron bastante asustados por tal situación.
La interpretación de Daniel y el mensaje de mene
La reina le sugirió a su esposo que había un hombre llamado Daniel que era mejor que todos los magos, astrólogos o adivinos. De él se decía que tenía inteligencia y sabiduría y que en su espíritu moraban los dioses santos.
Daniel fue el único capaz de descifrar lo que quería decir el mensaje de mene. En ese momento leyó la escritura al rey y le dio su interpretación, de acuerdo a la santa voluntad de Jehová.