Mecona significado bíblico

mecona

Definición. El significado bíblico de Mecona, es nombre que le correspondió a una de las aldeas donde moraron algunos de los hijos de Judá. Esto aconteció luego del exilio, cuando tenían que volver a sus ciudades de arranque. Se le menciona con Dibón-gad y con Siclag.

El término Mecona es de origen hebreo y en español viene a significar fundación, base o lugar de habitación. Sin embargo, ciertos estudiosos concuerdan en que quiere decir establecer de manera firme. En la actualidad, no es posible dar con exactitud con su paradero.

Mecona y los lugares que se habitaron fuera de Jerusalén

En los registros de Nehemías, encontramos la palabra Mecona con relación a esos sitios que se habitaron fuera de la tierra de Jerusalén. Resulta que no todos querían convivir en la ciudad Santa, por lo que se les destinó para que ocupasen los demás territorios.

Junto con Mecona encontramos otros pueblos como Dibón, Jesúa, Beerseba, Siclag, etc. Cabe resaltar, que cada uno de ellos poseía sus propias aldeas. Los hijos de Benjamín fueron de aquellos que les habitaron y de los que establecieron sus generaciones.

Los pobladores de Mecona

Como bien sabemos, Mecona fue uno de los pueblos seleccionados para que las personas que vinieron del exilio, se radicaran allí sin ningún problema. Por aquellos tiempos existió lo que se llamó la distribución de la población, para todos los israelitas hijos de Jehová.

Es así que sabemos, de acuerdo con los pasajes citados en la Biblia, que los hombres y mujeres de Mecona prefirieron tener su propia comodidad. Es posible que ellos se apegaran a aquel lugar y no fuesen capaces de renunciar al placer por su bienestar.

Sin embargo, muchos de los habitantes de Mecona, mostraron un amor a la ciudad en la que residirían, por eso no quisieron ir a Morar en Jerusalén. De igual modo, fueron siervos del Señor, le buscaron y siguieron siempre sus estatutos.

Los habitantes de Jerusalén y Mecona

La Biblia señala que Dios les dio múltiples bendiciones a aquellos personajes que, al venir del exilio, quisieron permanecer en la ciudad de Jerusalén por su voluntad propia. A diferencia de los que eligieron ir a Mecona y las demás partes que se encontraban fuera de tal territorio.

Conviene resaltar que, dentro de los habitantes de Jerusalén, estaban los jefes de la provincia, pero también el grupo de los levitas y sacerdotes que por decisión suya no deseaban dejar esta ciudad.

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