Maná significado bíblico

mana

Definición. El significado bíblico de maná es alimento que proviene de Dios. Este pan, de color blanco, tenía el sabor de unas galletas. Aparecía todos los días en la mañana, en los lugares donde acampaban los israelitas. Esta fue la forma milagrosa de alimentar al pueblo de Israel en su viaje por el desierto.

¿Por qué el pueblo de Dios necesitó maná?

Cuando Jehová sacó a su nación de Egipto, los envió por el desierto rumbo a la tierra prometida. Aunque ellos llevaban provisiones, en el segundo mes de su caminata se quedaron sin comida. Esto generó una serie de críticas y quejas. Les dijeron a Moisés y Aarón que era mejor haberse quedado con sus opresores, porque allí tenían carne.

Así que, Dios les informó que les enviaría pan desde el cielo. Este aparecía sobre el suelo cada vez que se evaporaba el rocío. Tenía una apariencia hojaldrada, de fino grosor como la escarcha. Su sabor era similar a las tortas aplastadas con miel o un dulce aceitado. Se procesaba en un molino de mano o por medio de un mortero.

Con ella se elaboraban tortillas que se podían hornear. No hay un producto natural conocido en la actualidad, que se asemeje a la descripción del maná. Esto se debe a que era un alimento que Jehová proveyó directo a su pueblo, durante 40 años. Por eso, se considera un suministro milagroso.

¿Cuál era el propósito del maná?

Debido a la actitud tan desagradecida del pueblo de Israel, Jehová los humilló y dejó que pasaran hambre. Al darles el maná, les enseñó que 'no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Jehová'.

Además, esto sirvió como una prueba de obediencia. Porque cuando ellos se cansaron de consumirlo, se quejaron de nuevo y los llamaron el pan despreciable. Por eso, Dios los castigó enviando unas serpientes venenosas que le dio muerte a muchos de los israelitas.

El suministro de maná no dependía de una ubicación específica en el desierto o de la época del año. Más bien, ese alimento aparecía todos los días y cada cabeza de familia debía vigilar que se recogiera lo suficiente para el día. Si se guardaba una porción para otro momento, este criaba gusanos y hedía.

El sexto día, debían tomar una porción doble. Así tendría algo de comer durante el sábado. La razón era que ese día no podían trabajar porque tenían que dedicarlo a adorar a Jehová.

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