Mamón significado bíblico
Definición. El significado bíblico de mamón, es palabra de origen arameo que designaba a las riquezas. Esta expresión la empleó Jesús cuando quiso señalar cuales eran las metas de vida opuestas a Dios.
El término arameo mamón, se traduce como propiedades, dinero o riquezas, se trata de algo en lo que se coloca confianza, pero que no obedece a los principios de Dios.
Mamón en la Biblia
La palabra mamón la encontramos en los pasajes del nuevo testamento. En Lucas 16:13, aparecen las siguientes líneas 'Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al siguiente. No podéis servir a Dios y a las riquezas'.
Las escrituras prohíben rendir culto al mismo tiempo, sobre todo, cuando se trata de algo material como la expresión mamón, que refleja las riquezas.
En este contexto, se habla de dos señores, uno de ellos es Jehová y el otro es mamón. La Biblia nos indica en sus pasajes que no es posible profesar la fe a ambos, ya que tenemos que servir de corazón a uno solo, el único y verdadero.
Se expresa así la importancia de aborrecer a mamón y amar a Dios, pues, las riquezas no tienen el mismo valor espiritual. La personificación de los bienes materiales se cataloga con este término de origen arameo que empleó Jesús en su discurso.
Enseñanzas del episodio de mamón
Cuando nos enfocamos en mamón, es decir, en las riquezas del mundo, perdemos el horizonte que nos conduce hacia el camino del señor. Esto permite que sea muy difícil mantener a Jehová como el único centro de la vida, la deidad que nos rige.
La Biblia hace especial énfasis en el hecho de no servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo. En el caso de los fariseos, centraban su atención en mamón, en todo el dinero que les rodeaba. Ellos creían que las riquezas terrenales tenían que ver con las bendiciones procedentes del Altísimo.
En este sentido, mamón se consideraba como predilecto por parte de Jehová, del mismo modo que la gente adinerada. Sin embargo, cristo no ordenó esto, en contraparte, lo denunció.
Una de las más grandes enseñanzas de el Salvador, es que no estuvo de acuerdo con la devoción al dinero por parte de los hombres en la tierra. Él decía que su reino no era de este mundo, por ello, sus discípulos confiaron en sus palabras y no se dejaron enviciar por el tema del amor a las cosas materiales.