Llama significado bíblico
Definición. El significado bíblico de llama, es palabra que se relaciona con el fuego o resplandor incandescente que se produce de modo natural. Se trata de una especie de combustión que emite su luz a diferentes alturas, favoreciéndose con el oxígeno.
Se suele emplear el término llama de manera metafórica en diversos pasajes de la Biblia. Esto nos permite conocer la intensidad que encierran emociones. Entre ellas, encontramos el deseo o la pasión de los hombres ante ciertos aspectos de su vida espiritual.
La llama de la Iglesia
Como bien sabemos, la palabra llama designa significados de carácter metafórico. En el contexto sagrado, nos permite expresar sentimientos intensos como la ira o la indignación ante cualquier clase de acontecimiento que nos haga sentir tales emociones.
Podemos ver el término llama en numerosos versos que aparecen en pasajes como los del libro de los salmos y otros tantos. Se nos presentan casos de personas con un corazón enardecido que arde dentro de sus cuerpos. Podemos ver gente muy dedicada al servicio de la oración y de los aspectos buenos que agradan a Dios.
La llama y la naturaleza divina
Existe otro sentido aplicado a la palabra llama. En la Biblia, se emplea con la finalidad de denotar los fenómenos naturales creados por el señor. Estos tienen un carácter místico cuando se habla de la aparición de ángeles a los hombres del viejo testamento.
Hay partes que expresan que Dios se apareció a su siervo en medio de una llama de fuego en una zarza. Se trata de un símbolo de santidad que enaltece lo bueno y aborrece lo malo en torno a la personalidad de los hombres.
En el nuevo testamento, la palabra llama manifiesta ángeles poderosos que aparecen a las personas con el fin de comunicar un mensaje sagrado. Así lo vemos en el libro del éxodo y en otros pasajes sobresalientes de las escrituras.
La llama de fuego
En los textos de los hebreos encontramos una referencia que cita que los ojos del señor Jesús despidieron llamas en símbolo de su juicio en contra de lo malo. Sin embargo, algunas personas suelen relacionarle con el castigo eterno que se da desde la profundidad de los infiernos.
En este sentido, la llama se entiende como un instrumento del juicio divino que le espera a los hombres y mujeres. La vemos en ciertas parábolas, una de ellas es la de Lázaro y el rico, siendo uno de esos varones el que pidió misericordia por parte del señor.