Limpios significado bíblico

limpios

Definición. El significado bíblico de limpios, es palabra que hace referencia a la pureza del corazón de los hombres que están libres de toda inmundicia. Sin embargo, el término también se emplea para referirse a la higiene concerniente a las normas de prevención de enfermedades, gérmenes o patologías.

Quienes están limpios, enfrentan los accidentes del mundo, la carne y el demonio, ya que, se protegen a sí mismos en todo momento. Esto pueden lograrlo a través de rituales, sacrificios, oración y ayuno, cosas que realizan los cristianos con la finalidad de prevenir que les sucedan desgracias.

Ser limpios en Cristo

En los pasajes del libro de Mateo nos revelan que ya somos limpios a causa del sacrificio de sangre que Jesús actuó por nosotros. No es necesario practicar rituales de purificación porque el Salvador nos enseñó que lo único que le importa a Dios, es la pureza de nuestras almas y corazones.

Si los hijos del señor quieren ser limpios y puros, deben imitar el comportamiento del Mesías en toda ocasión que les sea posible. La creación nos da entender bastante respecto a este proceso, si nos fijamos, la naturaleza proporciona aire limpio para los pulmones, el agua es pura y cristalina.

Las leyes de Moisés ya indicaban desde la antigüedad la forma en que los siervos de Jehová debían ser limpios. Antes de practicar la adoración, los israelitas tenían que demostrar que sus cuerpos estaban pulcros, bañándose hasta dos veces por día.

La pulcritud y los hijos de Dios limpios

Desde la antigüedad, la higiene tiene un rol preponderante para hacer que hombres y mujeres sean limpios en el cuidado de su cuerpo. Se trata de la relación que mantenemos con los demás dentro del contexto social que nos rodea y que forma parte relevante de nuestras vidas.

Los varones limpios de los tiempos del nuevo testamento tenían la costumbre de lavar sus pies, tal como se refiere en los libros de Juan o de proverbios. Además, curaban sus heridas demostrando un gesto de buena salud que, a la vez, significaba respeto para los demás.

Mateo nos enseñó una gran lección al indicarnos que debíamos tratar a los otros como a nosotros mismos, por lo tanto, ser limpios es esencial en la convivencia. Si una persona va a alimentarse a la mesa en compañía de su familia, es importante que se lave las manos en señal de respeto. De manera similar, sucede al dormir con otros, hay que purificar el cuerpo antes de entrar en la cama.

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