Joya significado bíblico

joya

Definición. El significado bíblico de joya, es adorno que se constituye de materiales como el oro, el platino o la plata. La gran mayoría contiene perlas o piedras preciosas y su empleo se da más que todo en la población femenina.

Desde la antigüedad, existe una joya llamada alhaja que se realiza con metal, servía para embellecer a las personas que la poseían. De igual modo, contaba con fines religiosos porque se parecía a los amuletos capaces de conceder buena suerte a los hombres.

La palabra joya también denota alguna clase de reconocimiento o premio ante una actitud o servicio. Estos elementos eran de valor y comunes en las celebraciones o cuando una dama debía vestirse de manera elegante para la ocasión.

La joya de la mujer en la Biblia

La joya es un objeto con gran importancia cultural que se fue desplegando desde el antiguo testamento hasta la actualidad. En primer lugar, denotaba la grandeza de la gente pudiente que era capaz de adquirir estos elementos que representan el buen estatus social de la época.

Podríamos decir que el ágata fue una joya bastante popular, al igual que el zafiro o los diamantes. Sus nombres se mencionan en las páginas de la Biblia, en los pasajes de los libros de Job o de Ezequiel. Algunas mujeres o varones de los templos de Jerusalén empleaban tales artículos con la finalidad de lucirse.

En el caso particular de la mujer, el hecho de llevar una joya de valor le confería mayor prestigio ante sus semejantes. Además, era fundamental para realzar su belleza natural. No obstante, hay pasajes de la Biblia que contradicen esta costumbre alegando que las demás debían mostrarse sencillas ante sus maridos.

La opulencia de las joyas y el esplendor social

Dentro del antiguo testamento, la joya sobresale como un objeto opulento que se encontró en el reinado de Salomón. Se dice que este personaje comercializaba oro que tiempo después sirvió en la construcción del templo de Jerusalén. La casa también se valía de metales o piedras preciosas que adornaban y simbolizaban el poder que Dios le confirió.

De manera similar, otros monarcas mostraban la joya junto con otras cosas como las coronas que representaban su grandeza ante todo el pueblo. Tales eventos afirmaban su nobleza y hacían ver que gozaban de una especie de predilección celestial.

También existieron aspectos negativos para la joya porque se asociaba con la arrogancia o con el trabajo de los orfebres que se dedicaban a la elaboración de imágenes que rendían culto a la falsa idolatría.

Subir