Isbac significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Isbac, es uno de los hijos que Abraham engendró con Cetura y cuyo nombre se plasmó en el primer libro de las crónicas. Fue pariente de Dedán, el cual tuvo como descendiente a Asurim.

Vídeo sobre el significado bíblico de Isbac

https://www.youtube.com/watch?v=FOwdJlc2PBA

Isbac y los del linaje de Esaú

Isbac sobresale en la Biblia porque llevó la sangre de varones como Isaac, Esaú y Jacob. Además, fue uno de los hijos de Abraham, figurando en la lista de descendientes que llegaron hasta el rey David. En consecuencia, formó parte de la promesa y el pacto de Dios que se anunció desde los tiempos del Génesis.

Hay que señalar que Jehová prometió formar una de las naciones más grandes del mundo a través de Ismael, quien también poseyó lazos con Isbac y los de su familia.

Isbac y los descendientes de Abraham

Cetura fue la concubina de Abraham que dio a luz a Zimram, Jocsán, Medán, Isbac, Madián y Súa. Todos estos trayendo al mundo a personajes como Seba, Dedán, Efa, Abida, entre otros.

Recordemos que la madre de Isbac se emparentó con Abraham justo después de la muerte de su primera esposa llamada Sara. Es así como se sentaron las bases de sus descendientes a través del hijo de Isaac, conocido por Esaú. Sin embargo, aquel que se escogió para la promesa fue Israel, quien antes se llamó Jacob.

A pesar de que algunos parientes de Isbac tuvieron más protagonismo que otros, todos fueron herederos del pacto e importantes para Dios porque tenían un lugar en su plan eterno.

Enseñanzas dadas a Isbac

La vida de Isbac giró en torno al servicio hacia Dios. Este hombre siguió el ejemplo de Abraham como padre de su nación, a causa del pacto que realizó con Jehová. En esos tiempos se estableció la promesa de que él y sus hijos serían bastante fecundos y de ellos saldrían reyes y gobernantes cuyos nombres se recordarían por el resto de la eternidad.

Abraham bendijo a Isbac y a todos sus parientes, porque ellos tuvieron sus orígenes desde la casa de sus padres y verían la tierra que el señor les mostraría. Ese territorio fue Canaán y los del pueblo habitarían en él, así como en la morada de los hititas, amorreos, ferezeos, jebuseos y gergeseos.

Dios cumplió su palabra porque es bueno y justo, siempre se acordó del pacto que trazó con sus hijos y de su legado que trascendió a través de las generaciones posteriores.