Frigia significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Frigia se refiere a un país ubicado en la parte central de Asia Menor. Para delimitar las fronteras de esta región, primero se tiene que establecer la fecha de la investigación. La razón es que los límites de la nación variaron con el pasar del tiempo.
Vídeo sobre el significado bíblico de Frigia
¿Cómo llegaron los judíos a Frigia?
La máxima de autoridad de Siria, quien gobernaba toda esa área, sabía que existían algunos grupos de personas que querían rebelarse a su reino. Esto implicaba que perdiera el poder y hasta le quitaran la vida. Por otro lado, quería evitar que sus dominios se dividieran y representaran un pequeño lugar.
Esto lo motivó a transferir a dos mil familias judías con todos sus equipos hasta Frigia. La llegada de personas neutrales en los conflictos existentes, bajaron los ánimos que se había caldeado entre los habitantes. Fue como un aire fresco que se respiraba en el ambiente. Sin duda alguna, las condiciones del reino se estabilizaron.
Aunque estas familias no estaban en su tierra, seguían las costumbres que les enseñaron sus padres. Así que, cada año iban a Jerusalén a celebrar el Pentecostés. En el año 33 E.C. había un grupo de 120 personas reunidas en cuarto y se les ungió por espíritu santo.
A estos se le concedió el don de hablar en lenguas y darles el mensaje de las buenas noticias que dejó Cristo. Entre las personas que se beneficiaron de esto, se encontraban los judíos y prosélitos de Frigia. Muchos se convencieron de que esta era la verdad y se convirtieron al cristianismo.
¿Existían dos lugares llamados Frigia en la antigüedad?
Algunos estudiosos opinan que sí, ya que el reino se dividió en dos: la parte sudoriental era la denominada asiática y la zona más oriental la llamada gálata. Cuando Pablo estaba en su segunda gira misional, pasó por algunos sitios cercanos a Frigia, incluyendo el área de gálata. Sin embargo, no abarcó la otra porque el espíritu le impidió llevar el mensaje allí y lo dirigió a Troas y Bitinia.
El tercer viaje evangelizador del apóstol cubrió las dos partes de Frigia, después de pasar por Antioquía de Pisidia. Esto le permitió fortalecer las congregaciones que había en esos lugares y ayudar a otros habitantes a conocer el mensaje que llevaba. Estas giras fueron productivas para los cristianos, ya que vieron crecer a sus grupos locales y atraer a sus vecinos a practicar sus doctrinas.