Fresno significado bíblico
Definición. El significado bíblico de fresno, es nombre que le pertenece a un árbol de la familia de las oleáceas.
Al igual que el enebro, el fresno suele mencionarse en algunos pasajes del antiguo testamento. Se caracteriza por su tronco grueso, pudiendo llegar a medir hasta treinta metros de altura. Además, posee numerosas ramas que le confieren un aspecto interesante.
La corteza del fresno es cenicienta, sus hojas le rodean por doquier, son elípticas y posee pequeñas flores que le adornan. Sus colores varían entre el blanco, por su parte, contiene una semilla que provoca la aparición de frutos secos.
Hay personas que dudan de que el fresno sea como tal un árbol. Muchos le catalogan por abeto, cedro, pino o laurel. Se dice que se empleaba con la finalidad de crear dioses con un toque hogareño.
Variedades del fresno
Según los estudios de numerosos eruditos, en la actualidad se conocen dos variedades de fresno. Una es el Fraxinus ornus y la otra el Fraxinus oxicarpa. En estos casos su altura no es tan sobresaliente, porque pueden llegar a medir tan solo 15 metros. Las ramas se caracterizan por poseer una tonalidad ceniza y su follaje es de un color verde muy claro.
A las dos variedades de fresno en ocasiones se les relaciona con la familia del olivo, aunque sus hojas poseen numerosas diferencias. En cuanto a los sitios en los que se le suele localizar, se encuentran los arroyos de las montañas y los ríos.
Era bastante común encontrar al fresno en lugares cercanos al Líbano y en la parte norte de Palestina. Es por eso, que se le menciona en algunas historias que figuran dentro del contexto bíblico y religioso.
El fresno en la Biblia
El nombre del fresno aparece dos veces en las escrituras hebreas, una de ellas es en los pasajes del libro de Isaías. En tales textos se le incluye, entre otras especies, por ejemplo, el ciprés y el enebro. Se dice que estos florecerían sin ningún tipo de problema incluso en las llanuras más desérticas.
Al fresno también se le menciona como parte de la gloria del Líbano. De allí todas las misericordias alcanzan su lugar y Cristo se prepara para recibir a los que se le acercan.
La gloria del Líbano se representa en la iglesia de Jesús que enriquece a las naciones y mejora la vida de los hombres en el planeta tierra.