Empadronamiento significado bíblico
Definición. El significado bíblico de empadronamiento, es acto de registrar información importante respecto a personas o comunidades a través de una lista. Se enumeran todos los objetos o elementos que comparten características similares dentro de la población.
Gracias al empadronamiento, es posible recolectar datos importantes de acuerdo a los objetivos que tenga cada quien. En la época de la Biblia, se hacía uso del censo con la finalidad de tomar nota de todos los datos sobresalientes de las personas.
Uno de los momentos bíblicos más memorables, fue cuando Augusto César dictó que en su propiedad debía realizarse un censo. Esta fue la razón por la que José y María decidieron desplazarse a la localidad de Belén, en donde criaron a el Salvador del mundo.
El empadronamiento en las escrituras
Cuando hablamos de empadronamiento, nos referimos al registro oficial de hombres y mujeres en un listado que contiene información relevante. Gracias a ello, se pueden recolectar datos que van a servir para un propósito específico.
El empadronamiento en la antigüedad se ejecutó a través de censos en los que se escribían los nombres del pueblo de los israelitas. En muchas ocasiones, se efectuaba con la finalidad de saber quiénes eran actos para salir a pelear en la guerra.
Por otra parte, el empadronamiento se empleó en el contexto bíblico cuando se deseaban enumerar a los linajes y familias. De este modo, era posible determinar el número total de los integrantes que recibirían tierras en heredad.
El empadronamiento y el gobernador de la región administrativa
Los pasajes del libro de Lucas nos hablan sobre el nacimiento de Jesús y del primer empadronamiento que se hizo cuando Cirenio era el gobernador de Siria. Tal registro, permitía que el Imperio Romano pudiese cobrar los impuestos del mejor modo posible a sus habitantes.
El hecho de que el gobernador de Siria llamado Cirenio permitiese el decreto para el empadronamiento, nos deja apreciar la veracidad en la historia. Augusto César también participó con el propósito de que a todos se les empadronara en materia de fiscalidad.
A pesar de que este personaje fue quien emitió el empadronamiento para la población ejerciendo su voluntad, en realidad fue un instrumento en manos de Dios. El motivo de ello, es que Jehová prometió que el mesías vendría al mundo en la localidad de Belén, y así se cumplió.
Podríamos decir entonces que los planes de Augusto César, sólo funcionaron con el motivo de que fuese un peón, nada más.