Deidad del espíritu santo significado bíblico

deidad del espiritu santo

Definición. El significado bíblico de deidad del espíritu santo, es presencia de Dios entre los seres humanos. Él es capaz de brindarnos guía, apoyo, confianza o consuelo en los momentos más difíciles de la vida.

Se asocian las palabras viento o aliento con la deidad del espíritu santo, así lo refieren los textos de origen hebreo. Los creyentes enseñan su identidad como una persona divina, enlazada con el padre y el hijo, quién es Jesucristo.

Las cualidades de la deidad del espíritu santo

El nombre de la deidad del espíritu santo está de manera íntima conectado con diversas cualidades divinas. Se habla de la presencia de Jesús, de la santidad de Dios y del poder que es capaz de ejercer sobre la faz de la tierra.

La deidad del espíritu santo está en la capacidad de realizar y obrar toda clase de milagros en el nombre del señor. Estas cosas llegaron a acontecer en la época por la que vivió Jesucristo y también por parte de sus discípulos, como en el caso de Pablo.

La eternidad y el conocimiento divinos son dos de los atributos que se le confieren a la deidad del espíritu santo. Esto lo vemos en los pasajes del libro, de las crónicas, de los hechos o de romanos, donde se manifiestan múltiples de sus cualidades.

Las obras divinas de la deidad del espíritu santo

La deidad del espíritu santo se encuentra presente en diversos eventos que sucedieron en la antigüedad y que permanecen en nuestra época. Según lo que arrojan las fuentes bíblicas, participó en la creación del universo entero, estando junto con el creador en todo momento.

Otra de las obras divinas de la deidad del espíritu santo, es su inspiración en la redacción de las escrituras. Tuvo un papel preponderante al transmitir sus conocimientos y sabiduría a la mano de los autores que escribieron estas líneas que leemos en la actualidad.

El espíritu santo manifestado en Cristo

La deidad del espíritu santo también se encuentra en el día de la resurrección del Señor Jesucristo de entre los muertos. Él nos une ante su presencia y nos permite adoptarle en nuestro seno, regocijándonos de gran modo.

Es así como podemos afirmar que este espíritu actúa en nosotros de manera regeneradora y nos santifica ante el padre y el hijo. La Biblia nos enseña que también estará presente el día de nuestra muerte y resurrección, para dar paso a la vida eterna acompañados de los familiares en el cielo.

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