Súplica significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de súplica se refiere a un estilo de oración donde se hace un pedido de ayuda a Dios. Este término proviene del verbo en latín 'supplicare', que significa 'mendigar'. En general se considera una oración religiosa (se usa 60 veces en la Biblia). Por lo tanto, se puede aplicar en cualquier situación en la que necesite pedir ayuda o asistencia a alguien.

La petición modesta se hace a la persona que tiene autoridad para conceder o denegar el objeto solicitado. El término también se refiere a oraciones dirigidas a deidades o santos, con la esperanza de que el privilegio deseado sea posible.

Podemos definir la súplica de manera bíblica como una forma de oración, una solicitud a Dios para que nos salve. El término lleva consigo el espíritu de reverencia y una oración solemne ante un poder superior. Sin embargo, como tiene un aura de piedad, no debe utilizarse para describir una simple petición.

En el cristianismo, la oración por la salud se menciona en los primeros escritos cristianos del Nuevo Testamento, en especial en Santiago 5:13-16. La Biblia nos invita a practicar la oración en lugar de sucumbir a la ansiedad y el miedo. Los cristianos podemos usarla como una forma de dar gracias a Cristo liberándonos de nuestros corazones y mentes.

¿Cómo pedir una súplica a Dios?

En las oraciones que hagamos de manera sabia debemos orar a Jesucristo cosas que en realidad enriquecerán nuestra vida, como sabiduría, fortaleza, salud y amor. En el cristianismo, la súplica sincera es una expresión de la verdadera fe en Dios y la confianza en Él para responder a nuestras plegarias. Además, sabemos que la oración y la súplica están muy relacionadas entre sí, como una forma de reverencia a Dios.

La Biblia contiene muchas oraciones de súplica. En los Salmos puedes encontrar un pedido de misericordia en el Salmo 4:1, guía en el Salmo 5:8 y salvación en el Salmo 6:4. Según narraciones bíblicas sabemos que cuando Daniel descubrió que el rey Darío había emitido una orden que prohibía el rezo a cualquier deidad. Él continuó orando hasta en los sueños a Dios con oraciones de agradecimiento y súplicas, para recibir la ayuda del señor en su desafortunada condición.

En el Nuevo Testamento, Jesús nos enseña a orar por nuestro pan de cada día en Mateo 6:9-13, un tipo de oración de súplica. Además, en Lucas 18:1-8, Cristo nos dice que no dejemos de orar por lo que necesitamos.

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