Consolador significado bíblico
Definición. El significado bíblico de consolador es alentador. El cual es un adjetivo latín, y que a su vez es un sustantivo que aporta para hacer referencia a distintos objetos. A veces esta palabra es traducida como 'ayudador' que proviene del vocablo griego 'Paracleto'.
Vídeo sobre el significado bíblico de Consolador
Esto sucede porque Jesús nos prometió una contribución para cuando él no estuviese. Y este no es más que otro que el Espíritu Santo, aunque hay que tener claro que antes de ello, estaba Jesús, el primer consolador.
También se llama abogado, pues es quien intercede por nosotros en primera instancia. Además, incluso recibe el nombre de 'primer Paracleto', asimismo Jesús prometió que tras su partida su Padre, le proveyera de otro, para cuando no esté. En la antigüedad esta palabra era usada para describir a una persona que brindaba ayuda en la corte legal.
El espíritu santo es aquel que cumple con todas las tareas de un ayudador, desempeña el papel de seguirnos y dirigirnos hacia al Padre.
El consolador nos guía
Nuestro conductor nos beneficia ante cualquier debilidad, además de que este intercede por nosotros ante cualquier situación en la cual es debida. Cabe destacar que esto sucede, es siempre bajo la voluntad de Dios. El espíritu santo hace todo lo posible para que la justicia sea imparcial.
Jesús ha hecho esto porque sabía que a los apóstoles les haría falta una guía. Es nuestra responsabilidad aceptar someternos por la iglesia. Uno de los papeles que tiene el consolador es el de hacernos compañía en los momentos malos.
Si tenemos un dolor, este nos aliviará el dolor, y cuando estemos tristes, será nuestra compañía. Pues recordemos que todo es designio de Dios, por lo que en cada momento a través del consolador estaremos siendo acompañados por este.
La orientación del Espíritu y la consolación
Una de las formas en las que nos ayudan a guiarnos, es por medio del consuelo y la supervisión. Si tenemos una pregunta acerca del camino de nuestras vidas, entonces debemos preguntarle a este, tendremos respuestas. El espíritu santo es quien nos dará cualquier respuesta certera ante toda circunstancia.
¿Cuándo lo recibimos? Esto lo hacemos a través del bautismo, pues nos convertimos en miembros de la iglesia. Es necesario reconocer también todos los mandatos que nos han dado. Muchas veces el consolador nos advertirá sobre distintas cosas, y debemos hacerle caso en toda circunstancia.