Colosenses significado bíblico

colosenses

Definición. El significado bíblico de colosenses, es nombre de una carta que envió el apóstol Pablo a los hermanos de la fe de la ciudad de Colosas.  A pesar de que en el inicio se trató de un texto de una extensión corta, se cree que en tiempos posteriores se alargó.

La carta a los colosenses manejaba temas importantes relacionados con las ideas de los gnósticos. Este fue un fenómeno que se debatió bastante para aquella época, se manifestó que sus orígenes databan antes de la era cristiana.

Colosenses y las salutaciones finales

Aunque no es preciso que Pablo estuviese en Colosas, se afirma que todos los habitantes de Asia, así como los judíos y griegos, escucharon la palabra de la vida de Jesús. En la Biblia vemos las expresiones de afecto por parte del apóstol en sus salutaciones finales.

Pablo quiso expresar sus más íntimos saludos y agradecimientos a personas como Tíquico, Aristarco, su compañero de prisiones o Marcos, el sobrino de Bernabé. Pidió por todos ellos en la carta colosenses y dijo que les mantendría vivos en sus oraciones.

Dentro de los mensajes plasmados en colosenses, también vemos una invitación para que el Ministerio de Cristo siguiese cumpliendo los mandamientos de Dios. Pablo hizo la salutación de su propia mano, les dijo a todos que se acordaran de la gracia del señor.

Colosenses: perseverar en la oración

En la carta colosenses se hace referencia el hecho de ser perseverantes en la oración y de velar en ella con acción de gracia. Una de las finalidades de ello, consistía en dar a conocer el Ministerio de Cristo, así lo manifestó Pablo cuando se encontró encarcelado.

En los escritos de colosenses podemos percibir un claro mensaje procedente de Dios. Él desea que le oremos y que nos esforcemos por conocer la voluntad que tiene para nuestras vidas. Se nos invita a elevar plegarias al cielo, aunque no sepamos de qué se tratan los planes divinos del padre

Propósitos de colosenses

Fueron en realidad complejas las circunstancias que invitaron a Pablo a escribir colosenses. Por un lado, él se encontraba preso en Roma, pero aún seguí predicando el evangelio. Por el otro, comenzó a mandar cartas a Filemón, así como a los de Laodicea y de Colosas.

Pablo mantenía una preocupación espiritual, ya que, no conocía cuál era el camino que seguiría la iglesia en Colosas. Por aquel tiempo, se estaban dando ciertas enseñanzas que eran erradas y que circulaban dentro de su ministerio.

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