Cazuela significado bíblico

Definición. El significado bíblico de cazuela, es vasija que se elaboraba de barro y cuyas proporciones eran circulares. Tenía relación directa con el horno y demás implementos que servían a los antiguos para la cocción de sus alimentos.

El término podría confundirse con cazo, puesto que, era ideal en la preparación de los guisos o al servir la comida. De hecho, la cazuela o recipiente de cocina fue avanzando en su construcción hasta que llegó a fabricarse de metal o cerámica, solo que, era más ancha que alta y se le anexaron dos asas junto con una tapa.

Función de la cazuela en las ofrendas a Dios

A lo largo del libro de Levítico se hace referencia a la cazuela junto con las ofrendas de los cereales. El simbolismo de ello tiene que ver con la figura de cristo, el holocausto, su muerte y la humanidad que demostró cuando descendió a la tierra. Allí no se derramaba sangre de animales, sino que se trataba de una receta para elaborar pan.

La ofrenda de los cereales se presentaba como cocida en cazuela. En el inicio, Aarón y sus hijos recibían una pequeña porción que todos los varones tenían que comer. Pero estas cosas representaban la profecía donde Jesús se convertiría en el segundo hombre y el último Adán, convirtiéndose en la cabeza de un nuevo pueblo.

Las sagradas escrituras mencionan la palabra cazuela numerosas veces y nos invitan a alcanzar la gloria de Dios a través de la adoración. Es importante cumplir la ley y guardar los estatutos que datan de miles de años atrás. Hay que seguir el ejemplo de Cristo que agradó al Señor gracias a la belleza de su personalidad y conducta.

La cazuela y las instrucciones de oblación a Jehová

Cada vez que una persona quería adorar al Altísimo, tenía que ofrendar flor de harina, a la que se le anexaba aceite y colocaba incienso en una cazuela. De inmediato, se le llevaba a los sacerdotes para que le hiciera arder sobre el altar en forma de memorial. El olor que se desprendía era grato y se consideraba un acto sagrado.

Cuando la ofrenda se cocía en horno, tenía que ser de tortas de flor de harina sin levadura untada con aceite en cazuela. De modo posterior, se traía a los líderes religiosos porque solo ellos podían presentarlas ante los ojos de Dios. A la vez, existían prohibiciones respecto a las cosas que leudaban o al empleo de la miel.