Carnicería significado bíblico

carniceria

Definición. El significado bíblico de carnicería, es nombre del sitio en el que se mata y desuella al ganado, con diversos fines para los seres humanos. En la actualidad, se trata de una especie de tienda o lugar en donde se vende la carne de los animales para el abasto público.

El término carnicería también se empleaba en las guerras con la finalidad de designar un gran destrozo o matanza. En esos días estaba presente la mortandad de la gente que se causaba gracias a una catástrofe.

La carnicería y los ídolos

En los tiempos antiguos existió una ofrenda de carne a los ídolos. Por eso, muchos recurrían a la carnicería con la finalidad de adquirir esos elementos que destinarían en forma de sacrificio a sus falsas deidades.

Digamos que la carnicería fue importante en este ritual de carne que se daba a ciertos ídolos en forma de comida durante las ceremonias.  En esos actos paganos se disponía de altares en los que se colocaban las diversas porciones cortadas de la piel de vacas y carneros.

La carne que salía de la carnicería para el sacrificio, después se repartía entre sus oficiantes. Es decir, una pequeña porción se la quedaba el sacerdote principal y otra se otorgaba a los veneradores. Se le podía emplear en festejos que se llevaban a cabo en las casas privadas o en los templos.

Aparición de la carnicería en la Biblia

En 1 Corintios 10:23-25 encontramos el siguiente pasaje 'Todo me es lícito, pero no todo conviene o edifica. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. De lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia'.

En el mismo versículo en el que se menciona la carnicería, el señor nos dice que nos abstengamos de comer las cosas que se sacrificaron a los ídolos. Se nos invita que, al hacer algo, tengamos presente la gracia y la gloria de Dios, para que no seamos motivo de tropiezos.

La aparición de la carnicería en la Biblia nos enseña diversas lecciones. Muchas veces nos preocupamos sobre lo que Dios aprobará o no, pero no es tan simple seguir sus preceptos a través del Evangelio.

Debemos ser conscientes de las prácticas buenas y las que podrían generar confusión en los tiempos actuales en los que vivimos. Aunque algunas cosas no se consideran pecaminosas como tal, es importante analizar nuestras acciones antes de ejecutarlas.

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