Cárceles significado bíblico
Definición. El significado bíblico de cárceles, es sitios en los que se recluyen a las personas de quienes se sospecha por cometer un delito. Sin dejar de lado, a los que resultaron condenados por cualquier clase de crimen.
En las escrituras se habla de las cárceles, pero también de la prisión. Se establece entonces un lugar en el cual se encierran a las personas para que queden privadas de su total libertad. Algunos de ellos esperan que se realice un juicio en el que se determinen sus condiciones reales con la finalidad de salir invictos del proceso.
Los que se enviaban a las cárceles en la Biblia
Hay un pasaje del libro de los Salmos que habla del lamentable estado de los hombres a los que se les mandaba en reclusión para las cárceles. El autor hace referencia a un varón que, en una ocasión, persistió en la ignorancia de Jehová.
Si bien era posible perder las esperanzas en las cárceles, algunos aún esperaban que llegase la misericordia de Dios. En el salmo vemos a un individuo que clama gloria en el nombre del señor y que le pide que le perdone por sus faltas.
Las cárceles en el sentido metafórico
Muchos cristianos sienten como si estuviesen encerrados en cárceles. Esto se debe y se vincula con la cadena de los pecados que llevan encima a lo largo de sus vidas. Para la gran mayoría de ellos, el mundo suele ser una prisión de la que no consiguen escapar, no son felices.
Los que se encuentran en las cárceles espirituales, esperan que pronto se les ejecute. En todo caso, una de las mejores cosas que podrían hacer, es refugiarse en la oración. Tienen que abrir sus ojos para apreciar la grandeza a del poder del señor, que no les sentenciará a morir abandonados.
José en la cisterna
Las cárceles también se conocían en la antigüedad con el nombre de cisterna. Se nos dice que a José se le echó en una de esas, debido a que sus hermanos le tenían envidia. Ellos no sabían qué hacer con él y por eso fue a parar allí.
Recordemos que este personaje se vendió como esclavo y se le llevó a la tierra de Egipto a causa de sus mismos parientes. La Biblia nos enseña que ellos fueron víctimas del odio y de la hostilidad. A pesar de todas estas cosas malas, José logró salir invicto y beneficiado en cierta manera.