Carbón significado bíblico
Definición. El significado bíblico de carbón hace alusión a una roca sedimentaria de color negro, que es empleada como combustible de origen fósil. Este mineral posee grandes cantidades de carbono en su estructura, lo que permite que sea inflamable. Se encuentra compuesto por una variable de elementos químicos, entre ellos, hidrogeno, azufre, nitrógeno y oxígeno.
El carbón se reconoce por ser un recurso no renovable, encontrándose en cantidades limitadas en el mundo. Al ser originado por la descomposición de vegetales terrestres y formados en condiciones ideales. Por ello, no es probable que esta creación de Dios vuelva a existir una vez se acabe.
Sin embargo, El significado bíblico de carbón no hace referencia de manera completa a este mineral, sino que a la brasa que él forma. Cuando se enciende, el ascua es la que se reconoce como carbón en las santas escrituras. De este modo, se utilizó con frecuencia dentro de los sacrificios, liturgias y encuentros religiosos.
¿Cuándo usan el carbón en la Biblia?
La presencia bíblica del carbón viene a darse desde el Antiguo Testamento, cuando los israelitas empleaban el carbón vegetal. En este caso, se empleaba para hacer brasa y calentarse de las frías noches del Medio Oriente. Sin embargo, en algunos libros narra como encendían los carbones para purificar los mofletes de Isaías y que se le diese el perdón de Dios.
Dentro del Nuevo Testamento, se vio utilizado en el Yom Kippur, conocido de manera común como el Día de la Expiación. En esta costumbre judía, celebrada 10 días luego del Rosh Hashaná, el sacerdote manda a encender un incensario repleto de brasas de carbón en el altar.
¿Qué simbolismo se le atribuye al carbón?
El simbolismo bíblico de carbón hace alusión al sentido de la viveza que se experimenta una vez el mismo comienza a consumirse. Representa de dicho modo la energía y propiedades de rejuvenecer. Asimismo, se cree que este mineral de origen vegetal tiene la oportunidad de despertar la pasión que se encuentra encerrada en cada persona.
Al ser inflamable y siempre predispuesto a dar una flama, tiende a usarse para reactivar la energía propia para garantizar un mejor futuro. Sin embargo, en las santas escrituras puede verse como se refleja algunas actitudes negativas al carbón solo cuando se habla de este sobre el fuego. En el Nuevo Testamento se menciona que esta mezcla puede representar el dolor, la ira y las aflicciones.