Barbero significado bíblico
Definición. El significado bíblico de barbero, es persona que tiene el oficio de afeitar o arreglar la barba de los hombres. Entre sus herramientas de trabajo están las navajas, cuchillas, cepillos o máquinas de corte. Sin embargo, estos elementos estaban muy poco desarrollados en la antigüedad y eran algo diferentes a como los conocemos hoy.
En los tiempos del viejo oriente, el oficio del barbero era bastante popular y extendido en diversas regiones. Sabemos que se trató de una costumbre en la que se cuidaba de manera meticulosa no solo la barba, sino también el cabello.
Historia del barbero
El surgimiento del barbero data de hace más de veinte mil años de antigüedad, esto lo sabemos gracias a figuras que se grabaron en las cavernas en las que se apreciaba tal oficio junto con el cabello humano. Asimismo, se le atribuía una connotación espiritual ,ya que, se tenía la creencia de que en el pelo residía el alma de la gente.
Muchas personas acudían al barbero porque deseaban librarse la esencia de las cosas malas que se acumulaban en sus cuerpos y de ese modo, renovar sus energías. Esta clase de trabajo también surgió en la edad de bronce, así se reveló gracias a diversas excavaciones que en la posteridad se realizaron.
Las cosas que hacía el barbero fueron bien recibidas entre la población de los antiguos egipcios, su trabajo era uno de los más distinguidos y respetados. De hecho, los arqueólogos encontraron una tumba en el cementerio de Tebas que desvelaba una estatuilla en la que se representaba este tipo de oficio.
Connotación sagrada del barbero
Gracias a diversos hallazgos, se supo que existió un barbero encargado de afeitar a los sacerdotes que integraban el templo de Amón. Se trataba de un trabajo con carácter ritual que se realizaba de manera constante cada tres días. Allí, tenían que removerles por completo el pelo del rostro, cabeza y cuerpo en general.
Los antiguos egipcios pensaban que, gracias a la ayuda del barbero, los sacerdotes cumplirían mejor sus funciones en el lugar sagrado, concediéndoles mayor pureza. Como podemos apreciar, se trató de un oficio que contó con excelente reputación, siendo de alta categoría.
Debemos señalar que el arte de cortar y arreglar las barbas se expandió en Grecia, fue allí donde surgieron las barberías en las que se reunían los hombres a conversar sobre diversos temas de interés. Fueron puntos de reunión de gran relevancia.