Barac significado bíblico

barac

Definición. El significado bíblico de Barac, es relámpago. Hijo de Abinoam, según el registro, era descendiente de la tribu de Neftalí. El pueblo de Israel se apartó de Jehová, en los inicios de la era de los jueces. Y por su mala decisión cayeron en manos del rey de Canaán, Jabín, durante veinte años. Con fuertes súplicas le rogaron a Jehová los ayudase en esta situación, enviando a Barac como su defensor.

Vídeo sobre el significado bíblico de Barac

Es el cuarto en la línea de los jueces nombrados por Jehová, después de Josué. Israel era una nación oprimida y débil, los cananeos eran poderosos e intimidantes. Pero ante la ferviente fe de Barac y su incansable energía, logro vencerlos con la ayuda de Dios. Su ejército tenía 10 mil hombres de varias tribus de Israel y la poderosa presencia de Jehová. Ante 900 carros de guerra con hoces de hierro.

¿Quién era Débora en la vida de Barac?

Era una profetisa que cumplió un papel determinante en la vida de Barac. Juzgaba a Israel en ese entonces, y muchos acudían a ella. Esta mujer mandó a buscar a Barac a fin de comunicarle el mensaje que Jehová tenía para él. Le dijo que tenía en sus manos liberar a su pueblo, ya que contaba con el apoyo de Jehová.

No dudó en efectuar su comisión siempre y cuando Débora fuera con él a la batalla. Ella aceptó, diciéndole de antemano, que el jefe del ejército de Jabín, Sísara, no iba a ser derrotado por él, si no, por una mujer. Tiempo más tarde, el mismo fue a la casa de una joven llamada Jael, y vio el cuerpo sin vida de Sísara. Cumpliéndose de este modo la palabra de Jehová.

Barac soldado de Dios

Barac fue un hombre de fe, que siempre estuvo dispuesto a luchar en nombre de la soberanía de Jesucristo. Aun cuando las circunstancias no lo favorecían, ya que Israel no contaba con defensas militares poderosas. En contraste a la nación de Canaán, que tenía un intimidante poderío militar y un experimentado comandante como Sisara.

Pero Barac sabía, por boca de la propia profetisa Débora, que Jehová le había prometido la victoria. Él no entendía cómo, pero de lo que si estaba seguro era que cumpliría su palabra. Esto nos dice mucho de su extraordinaria fe y confianza en Jehová. Al caer Sísara en manos de Jael, tal como se había profetizado, los israelitas lograron eliminar a Jabín, y hubo paz por cuarenta años.

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