Azgad significado bíblico

azgad

Definición. El significado bíblico de Azgad, es nombre del jefe de una familia ancestral postexílica. La traducción de este vocablo hebreo quiere decir pandilla de ladrones o ejército fuerte. Es posible que retornara del cautiverio al lado de Hacatán o Johanán.

Azgad y los que volvieron con Zorobabel

El nombre Azgad tiene cabida dentro de aquellos hombres hijos de la provincia que subieron del cautiverio en compañía de Esdras. Por esos días, el rey de Babilonia llamado Nabucodonosor, se los llevó al exilio, de acuerdo con los estatutos del señor.

Si bien es cierto, varones como Azgad y sus hermanos, tuvieron que enfrentar esta clase de prueba que Dios les puso en el camino. Poco después, el padre santo les rescató, devolviéndoles a cada uno hacia sus ciudades de origen. Entre ellas conviene citar a Jerusalén y a Judá.

Azgad viajó en compañía de Zorobabel, Nehemías, Mardoqueo y otros personajes cuyas hazañas no se escapan de la Biblia. En las escrituras se registra el número de los varones del pueblo de Israel que emprendió esta travesía que duró bastantes días.

De los hijos de Azgad se contó un total de mil doscientos veintidós. Así también se registraron a otros de los miembros de las tribus de Israel que iban a su lado. Entre todos ellos, estuvieron los sacerdotes, levitas, sirvientes del templo y los hijos de los siervos de Salomón.

Azgad y la congregación unida

La Biblia nos dice que en esos días, toda la congregación permaneció unida, como si se tratase de un solo hombre. Azgad y sus familiares estuvieron allí presentes, siguieron al pie de la letra las instrucciones que Jehová le dio a sus líderes.

El total de todos ellos era de cuarenta y dos mil trescientos treinta. Se excluyen a los siervos que también arrojaban una cifra muy alta. No se pueden dejar de lado al grupo de los cantores, así como, a los camellos y otros animales de compañía.

¿Existen más menciones de Azgad en la Biblia?

El nombre de Azgad vuelve a aparecer en los capítulos del libro de Nehemías junto con los hijos de Binúi y los que regresaron con Zorobabel. Por aquel entonces, Dios puso en el corazón de su siervo un gran mandato. Este consistía en que reuniese a los nobles y oficiales del pueblo que se empadronaron de acuerdo a sus genealogías.

En un libro se plasmaron los nombres de todos aquellos que retornaron de Babilonia hacia sus ciudades de origen, como lo fueron Jerusalén y Judá.

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