Atenienses significado bíblico

atenienses

Definición. El significado bíblico de atenienses, es habitantes que pertenecieron a la ciudad de Atenas en los tiempos antiguos. De ella se dice, que fue de las más importantes del mundo porque contaba con una gran extensión de sus tierras. Es por eso, que limitaba con montañas y con el mar.

Por su parte, en la ciudad de los atenienses se sabe que existió un reformador que cambió todos los aspectos concernientes a su política y economía. Asimismo, favoreció en gran medida a la población que se encontraba en situación de pobreza.

Vídeo sobre el significado bíblico de Atenienses

Proezas de los atenienses

Por otra parte, los atenienses fueron un pueblo muy sobresaliente en cuanto al mundo del arte se refiere. Es por ello, que nos legaron numerosas obras, tratados filosóficos y literatura.

Sin dejar de lado, sus hermosas edificaciones en donde sobresalen arquitecturas que aún permanecen en la actualidad.

Asimismo, los atenienses se destacaron en la educación de sus colonias. Por lo general, solían reunirse en un sitio llamado Ágora en el que contaban con encuentros muy frecuentes.

Pues, desde allí ejercían debates intelectuales y religiosos. Sin omitir, todo lo que tenía que ver con sus competencias de atletismo.

Sistema de los atenienses

Ahora bien, los atenienses también se destacaron por su actividad económica en donde sobresalía la agricultura.

Pues, estas personas se encargaban de cultivar diversos tipos de trigos, cereales y cebadas que servían para alimentar a su pueblo. Estos aspectos incrementaban las cifras y las ganancias que obtenían.

Sin embargo, en los sistemas ganaderos los atenienses no fueron tan exitosos, porque sus tierras no eran tan favorables para la cría de animales como los asnos, las cabras y las ovejas. Es por ello, que al final de se decantaron por todo lo que tenía que ver con la apicultura.

Actividad de Pablo en Atenas

Por otra parte, se hace relación a los atenienses el día en el que Pablo visitó Atenas. Pues, tenía el firme propósito de recabar personas que se volvieran a la fe cristiana.

No es un secreto que Cristo le designó esta tarea después de su muerte. A partir de tales eventos, muchas personas se sintieron dispuestas a escuchar su mensaje de vida y salvación.

No obstante, cuando Pablo visitó a los atenienses, se percató de que en sus calles había templos en los cuales adoraban a falsas deidades.

Todo ello, le generó no solo angustia, sino también molestia. Por lo tanto, decidió hablar con los encargados de las sinagogas y con algunos filósofos importantes con el punto de debatir sus ideas.

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