Ahlab significado bíblico

ahlab

Definición. El significado bíblico de Ahlab, es una ciudad cananea que aparece en los registros del libro de los Jueces. Y que a la par, se situaba en el territorio de Aser. Tal término viene del hebreo Ajlâb que se traduce como lugar colmado de leche, o que es fructífero.

A pesar de que  a Ahlab se le asignó a la tribu de Aser, quienes vivían allí eran los cananeos, por lo que no se les expulsó durante su vida. Respecto a su ubicación, existen algunas inscripciones asirias que indican que se encontraba situada cerca del noroeste de Tiro.

Vídeo sobre el significado bíblico de Ahlab

De modo similar, se sabe que Aser no fue capaz de expulsar ni a los pobladores de Ahlab, ni a otros que habitaban en Sidón, Aczib, Afec, Helba y Rehob. Así pues, se acostumbraron a convivir con la gente procedente de las tribus que allí se establecieron y continuaron morando en sus cercanías durante el resto de sus vidas.

Ahlab y el pueblo de los cananeos

Según los registros que aparecen en la Biblia, los cananeos que habitaron en Ahlab, aparecen referenciados a lo largo de diversos versículos. Pese a esto, no se conocen detalles específicos sobre su paso por la tierra. Más que un pueblo es válido decir que contaban con sus propios jefes de familia y que se le relacionaron con otros como los babilonios, egipcios e israelitas.

Por su parte, existen muestras de que los cananeos influyeron de manera considerable con el alfabeto, que a su vez con el paso del tiempo sufrió diversas modificaciones importantes. Además, Canaán figura en la Biblia como esa tierra que el Altísimo prometió a quienes descendían de Abraham.

Asimismo, a los cananeos que habitaban en Ahlab muchas veces se les describe como un pueblo fuerte y grande en número. El cual, debió someterse a diversas derrotas por parte de otros que contaron con la ayuda de Dios en las misiones que les encomendó para vencerles.

De hecho, Moisés fue uno de los personajes a los que se les encomendó arrebatarles las tierras a los cananeos. Antes del éxodo y cuando se repartió a Canaán, se envió a un grupo de espías con el propósito de revisar si su territorio era apto para habitar.

Las riquezas de Ahlab

Ahlab fue un sitio fértil, los frutos de su tierra eran enormes y desde allí, era posible encontrar abundante leche y miel.

Además, sus pobladores tenían mucha fuerza y vitalidad procedentes de las buenas cosechas y los alimentos que cultivaban con sus familiares.

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