Vocación significado bíblico

vocacion persona

Definición. El significado bíblico de vocación es llamamiento, lo cual se refiere a una misión determinada que Dios quiere para nosotros. En un sentido espiritual, el término menciona una llamada interior que una persona recibe y toma su conciencia. Se admite como un estímulo para realizar algo. Se clasifica tipo un designo divino que le da libertad al hombre.

La vocación es un intercambio entre Dios y la persona, en ambiente donde el trabajo es de preferencia, esto se toma como una elección en torno a un camino en concreto. Al ser escogido podemos preferir una cosa antes que otra. Es la libertad de elegir hacia donde queremos llevar nuestra vida según el llamado de nuestro corazón.

La vocación en la Biblia

En el Nuevo Testamento esta palabra es empleada de dos formas, la primera hace referencia a la inclinación a realizar una acción. Es una actividad que una persona ocupa porque le corresponde. Por otro lado, se dice que es un llamamiento que el Todopoderoso tienen de forma directa para cada uno.

En el Antiguo Testamento esto se asume como que un líder se invita antes o después de nacer por Dios. La idea empezó desde que los maestros cristianos pensaban que los discípulos se hacían por la vocación. El evangelio se ofrecía a todos, pero solo quienes lo recibían sentían la llamada de Dios.

Los hombres se escogen para cooperar con los designios del creador, y este le da todo lo que necesita por cumplirlos. En ese momento del llamado, Dios nos da los dones para realizar lo que desea de la mejor forma.

El éxito financiero que se recibe al apreciar la vocación son los dones que nos capacitan. En un sentido amplio, se puede expresar que todo cristiano se llama a ejercer su llamado, el cual es atender lo que Dios desea.

Vocación es distinto a la profesión

Muchas veces se suele confundir con la profesión, pero de manera certera esto solo es un trabajo que puede ser inestable. Tiene variaciones a través del tiempo, por muchas situaciones cotidianas. Mientras que la vocación es eterna y brota desde adentro.

Es el estado de vida que resulta de la designación de Dios con lo que el hombre debe hacer su vida entera. No hay que temer, debemos de confiar y entregarnos a la presencia de los designios de Dios.

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