Torrente significado bíblico

torrente

Definición. El significado bíblico de torrente se refiere a aquella fuerte corriente fluvial que se origina por lluvias constantes. Y donde siempre se está desplazando agua.

En las sagradas escrituras se utiliza varias veces como forma de describir un lugar en específico. Lo curioso es que no es un indicio para señalar que tan fuerte es la corriente, porque algunos versículos se refieren a la constante fluidez del agua que no se seca.

Vídeo sobre el significado bíblico de Torrente

Su origen es hebreo, descrito como 'najal' siendo referencia de sitios entre los cuales destaca el torrente de Escol, Besor y Cisón. Gracias a algunas traducciones se le conoce también como arrollo, sin embargo, estos no tienen esa fuerza y velocidad prominente.

Por era preferible verla dentro de las estaciones de invierno o temporadas en donde las lluvias eran signo distintivo.

Con el tiempo esta palabra ha sido una forma geográfica de delimitación, incluso el mismo torrente de Egipto es una muestra de ello. Y se conoce así porque los asirios junto con los hebreos fueron quienes de una manera implementaron este sentido.

Esto explica las diferentes menciones que se realizan adentro de la Biblia, pues siempre se usa como un modo de señalar un sitio.

Torrente bajo un sentido espiritual

Siendo el agua, es uno de los elementos más puros y empleados dentro de la costumbre católica. Por ser el sitio de donde emana y mantiene una relación con áreas de la salud y vida.

Fuera del carácter natural, esta palabra puede tener una gran carga subjetiva porque se representa como una fuente de fuerza. Se compara con la energía que se puede sentir una vez se ha recibido al Espíritu Santo, siendo esta una manera de denominarle.

Esto ocurre por la misma condición, porque es de un modo imprevisto y fuerte, imposible de dominar o apaciguar.

Algunas personas sueles describir una serie de situaciones complicadas en las que se encuentran como un torrente que no para. La furia de Dios a veces se compara con estas corrientes, porque llega a ser tal que no puede ser aquietada.

No todo es negativo, pues también se realizan analogías a un estado de ánimo. Por ejemplo, cuando se habla de amar a Dios, se nos motiva a hacerlo con la intensidad de uno de estos canales de agua.

Subir