Sarmiento significado bíblico

sarmiento

Definición. El significado bíblico de sarmiento hace alusión a un término del área de la agricultura. Este es una planta, de manera puntual, el vástago, que rompe de la cepa con parte del tallo, siendo así empleado para plantar. Es un palo largo con bastante flexibilidad que permite que las hojas, así como sus frutos, nazcan.

Vídeo sobre el significado bíblico de Sarmiento

El significado bíblico de sarmiento surge de la palabra hebrea sarig, usada dentro de las santas escrituras solo un par de veces. La primera vez en usarse es en el Antiguo Testamento, haciéndose parte en el sueño del jefe de los coperos. Este hombre narra su experiencia a José, el cual a través de su historia cree que se le otorgará una nueva oportunidad.

A partir de dicho pasaje se comienza a desempeñar su simbolismo. Sin embargo, este se ve acentuado en el Génesis como en Números. En estos libros se muestra como las amplias tierras israelitas se llenaron de frutos gracias a las bonanzas de Dios. Para ello, se cuenta como el sarmiento se enriqueció, permitiendo tener más frutos en poco espacio.

Para esa época abundó la comida, como la vid de uvas. Luego, en el Nuevo Testamento, en una de las alegorías de Jesucristo, el Mesías usa el sarmiento como significado bíblico con semejanza a la fe. Motivando de esta forma a que todos sus discípulos se mantuviesen creciendo fuerte junto a él e invitando a nuevos fieles a seguirlo.

Simbolismo del sarmiento en la Biblia

En la mayoría de los casos, al sarmiento se le atribuye el simbolismo de una rama seca que se deja crecer y abonar de fe. Se cree que los seguidores de Jesús no podrán ampliar su relación con Dios, sí se asemeja a un sarmiento. Este tallo, una vez seco e inservible para dar nuevos frutos, es una completa pérdida para los agricultores.

Por ello, una vez se encuentre marchito, se utiliza como leña, quemándose con el fuego. Aquellas personas que no nutran su fe y espiritualidad se echan a la hoguera, carbonizándose luego en los pecados que cometen después de dejar a Dios. Por ello, el Mesías se representa en una de sus analogías como la vid, el fruto. Sí, el sarmiento se llega a secar por descuido, no tendrá oportunidad de crecer y florecer.

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