Rabsarís significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Rabsarís es oficial principal en la corte del imperio asirio o babilónico. Otros lo traducen como jefe de los eunucos. Estos hombres se les castraban para estar al servicio de los monarcas orientales. Algunos se encargaban del cuidado de las mujeres del rey y otros ocupaban cargos de cortesano.
¿Qué mensaje llevaba el Rabsarís que mando el rey de Asiria a Ezequías?
Ezequías gobernó a Judá durante 29 años y lo hizo apegándose a la ley de Moisés. Se encargó de derivar todos los alteres y los ídolos que tenía la nación. Siempre buscó la guía de Dios para tomar sus decisiones. Por eso, se ganó su favor y protección.
En el cuarto año de reinado, el rey asirio mando a conquistar a Samaria y en menos de tres años lo logró. Así que se llevó a los israelitas al destierro. Jehová permitió esto, porque ellos no habían escuchado su voz, ni seguían sus normas.
Después de ocho años, Senaquerib de Asiria subió a Judá con el objetivo de despojarla. Ezequías trató a acordar la paz con él. Este le exigió muchas piezas de plata y oro, por lo que sacaron todo lo que había en la casa de Jehová y del rey. Esto no les bastó a los enemigos y envió al Rabsarís junto a otros dos a decirle que su gran ejército los destruiría.
Sin embargo, como Ezequías contaba con la protección de su Dios, le mandó el mensaje por medio de Isaías que el rey de Asiria no le haría daño, sino que le colocaría otro pensamiento y se alejaría. Aunque esto fue lo que pasó, Senaquerib volvió a sitiar a Jerusalén. Esta vez Jehová mando a un ángel y en una noche mató a 185.000 soldados asirios.
¿Cómo ayudó el Rabsarís a Jeremías?
Mientras Jerusalén estaba siendo conquistada por los babilonios, el rey de Judá y sus nobles escaparon del sitio. A estos los alcanzó el ejército enemigo y asesinaron a sus hijos delante él. En cuanto a Sedequías, los soldados lo llevaron frente a Nabucodonosor, quien lo encerró en una casa de custodia y lo dejó ciego.
El rey de Babilonia ordenó al Rabsarís y a sus compañeros que buscaran a Jeremías y lo cuidaran. Además, debían llevarlo a la casa de Guedalías para que viviera con los pocos israelitas que quedaron en el pueblo. Esto pasó para cumplir la palabra que Jehová le dio a su profeta de protegerlo de este ataque.