Prosélito significado bíblico

Definición. El significado bíblico de prosélito, es persona que se convierte a una religión o doctrina de manera reciente. Hoy el término se emplea para designar más que todo a gente procedente del extranjero y que desea identificarse de mejor modo dentro de las fronteras del pueblo de Israel. La finalidad de ello, consiste en valerse de los mismos derechos civiles y enriquecerse con su legado cultural.

Vídeo sobre el significado bíblico de Prosélito

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A lo largo de la Biblia se habla de Epafras como uno de los hombres que fue prosélito dado que, se convirtió al cristianismo en el siglo I. Pese a ello, no se conoce información detallada respecto a su lugar de procedencia o si se trataba de uno de los del grupo que integraban la comunidad de los judíos.

En las sagradas escrituras el vocablo prosélito se utilizaba a veces con un sentido favorable y en otros, era algo peyorativo. En el antiguo testamento se aplica para denotar a los gentiles que se convertían al judaísmo de repente. En el evangelio de cristo la palabra se menciona muy pocas veces, pero siempre con la finalidad de dar a conocer las prácticas o las creencias de ciertas doctrinas.

La acusación a prosélitos, escribas y fariseos

En los escritos del apóstol Mateo 23:15, podemos observar la siguiente cita ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis mar y tierra para crear un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.

Podemos apreciar que las palabras de cristo poseen un significado peyorativo respecto al término prosélito. Tales cosas acontecieron cuando el mesías habló a la gente y a sus seguidores instaurándoles a seguir la cátedra de Moisés.

Se hizo mención respecto a los escribas, fariseos y prosélitos en los que no confiaba porque no llevaban a cabo las obras que hablaban de manera pública. Estos actos consistieron en una denuncia en la que se acusaba la hipocresía y la falsa interpretación de las leyes en la sinagoga, en reunión con el pueblo judío.

Es posible que se hiciera ver la figura del prosélito como uno de los que se valían de la autoridad de Moisés o deseaban dar lección sin permiso alguno. Es por ello, que Jesús les pedía a sus oyentes que se cuidaran de este tipo de enseñanzas provenientes de los fariseos o de los escribas que tenían prácticas poco concordantes con las palabras que emitían.