Mar adriático significado bíblico
Definición. El significado bíblico de mar adriático, es aguas del Mediterráneo por las que Pablo navegó hacia Roma. Tal término es de origen griego y su traducción quiere decir Adrías o Hadrías. En cuanto a su localización, estaba entre Sicilia y Creta.
Algunos consideran que el nombre del mar adriático se debe a una colonia conocida por Adria, ubicada en la desembocadura del río Po, próximo a Italia. Es importante destacar que se le cita en diversos pasajes del nuevo y viejo testamento.
Por su parte, se habla de Ilírico, una provincia romana localizada en la costa del mar adriático, en el área noroccidental de la famosa península balcánica. Por aquellas latitudes se llevó el mensaje del evangelio en manos del apóstol de cristo llamado Pablo.
El mar adriático en la Biblia
El libro de los hechos nos deja ver al mar adriático como uno de los destinos por el que atravesó Pablo cuando le enviaron a Roma. Para ese entonces, decidieron navegar hacia Italia el día que entregaron al apóstol y a los demás presos al centurión llamado Julio. Este a su vez, integraba parte de la compañía Augusta.
Antes de que Pablo se sumergiera en las profundidades del mar adriático, él y sus compañeros se embarcaron en una nave adramitena. Esta tocaría los puertos de Asia y con ellos iba Aristarco, macedonio de Tesalónica.
Conviene resaltar que el apóstol Pablo no sólo pasó por el mar adriático, sino también por otras latitudes como en el caso de Chipre, Cilicia y Panfilia. Todos navegaron durante días muy despacio y en muchas ocasiones, el viento les impidió continuar con su destino.
En cierta oportunidad, el apóstol llegó a amonestarles porque pensaba que habría pérdidas de la nave y el campamento al seguir por una ruta en específico. A pesar de sus advertencias, los que iban en la flota hicieron caso omiso de sus palabras y tuvieron que enfrentarse a un terrible destino.
El mar adriático y la tempestad venidera
La ubicación de las aguas del mar adriático supuso que Pablo se encontrara con una tempestad que duró un lapso de 14 días consecutivos en su recorrido. Es así, como el libro de los hechos nos habla de una tormenta bastante relevante que no pasó desapercibida en la Biblia.
Los de la tripulación tuvieron que enfrentarse a una nave con vientos huracanados conocida como Euroclidón. Fueron días difíciles en los que ya no sentían esperanza de salvarse, hasta que el apóstol los reconfortó con sus palabras llenas de sabiduría.