Libra significado bíblico
Definición. El significado bíblico de libra, es una moneda que denotaba el valor de las cosas. Tal palabra se emplea desde épocas muy remotas y algunas de ellas se dividían en onzas de diferentes valores que dependían de su región de procedencia.
Asimismo, el término libra tiene que ver con la capacidad de medir un líquido u otros elementos que se pesaban hasta alcanzar el número correcto en sus proporciones.
Un ejemplo de ello lo tenemos en el nardo, una planta de jardín con propiedades aromáticas destinadas a las labores de la perfumería.
Podemos ver esta referencia en el siguiente versículo de Juan 12:3. 'Entonces María tomó una libra de aroma de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús. Luego los enjuagó con sus cabellos; y la casa se llenó de ese olor tan particular'.
La libra y el oro
Por otra parte, en ocasiones el sueldo de los pobladores antiguos también se determinaba con base a la libra y además clase de monedas que eran frecuentes para la época. Por lo general, se trataba de una unidad de peso que equivalía a los 360 gramos.
Así lo vemos en 1 Reyes 10:17 del siguiente modo. 'E hizo trescientos escudos de oro batido, en cada uno de los cuales gastó tres libras del material; y el rey los puso en la casa del bosque del Líbano'.
Mientras que en algunos de los pasajes de Esdras se afirma que la libra se empleaba según las fuerzas de los hombres al entregarlas a las autoridades con mayor poder.
Puesto que, existían tesoreros y otros personajes que las recibían bien fuera en equivalentes al oro o la plata. Sin dejar de lado, que servían para obtener las túnicas de los sacerdotes del templo de Jehová.
En este sentido, Nehemías afirma que los hombres que eran cabeza de familia se valían de la libra para contribuir en la construcción de los monumentos sagrados. Los cuales tenían que ver con los actos religiosos destinados a la casa de Dios.
Simbolismo de la libra
Es importante destacar que la palabra libra se asocia con las cadenas que el Señor rompe para alejarnos de todo el mal de la tierra.
Desde hace miles de años atrás demostró que es posible liberar a los hombres del mal que los atañe si tienen fe en su palabra de vida. Un ejemplo de ello podemos verlo en el caso de Sadrac, Mesac y Abed-nego.