Ládano significado bíblico

ladano

Definición. El significado bíblico de  ládano es resina suave de color negra o marrón oscuro. Esta se obtiene de las hojas y las ramas de muchas variedades de la planta Jara. A ella también se le denomina como cera, aromas, especias, goma, tragacanto, almáciga o resina aromática.

José y el ládano

El hijo de Raquel con Jacob tuvo una relación muy estrecha con esta resina. Desde muy pequeño sus hermanos lo envidiaban, porque su padre le tenía un gran cariño. Además, Dios le hablaba por medio de sueños. En más de una oportunidad le dejó ver que él sería más importante que los demás.

Cierto día, los otros hijos de Jacob estaban tan molestos que querían matar a José. Ante esto, Rubén intervino para que no le hicieran daño. Él era el responsable frente a su padre, de lo que le sucediera al joven. Por eso, les propuso tirarlo a una cisterna.

Como los demás no estaban conformes, Judá le dio la idea de venderlo. De esta manera, ellos no serían culpables de sangre y menos de su hermano. Así que al pasar una caravana de Ismaelitas, le ofrecieron darles el muchacho por 20 piezas de plata. El grupo de comerciantes lo llevaron a Egipto y lo vendieron junto al ládano, la corteza resinosa y entre otros artículos.

Cuando Rubén volvió y no encontró a José, se puso muy angustiado. Sabía que no podía decirle la verdad a Jacob. Por eso, junto a sus hermanos mataron a un macho de las cabras y mojaron las prendas del joven con su sangre. Así hicieron creer a su padre que lo había devorado un animal salvaje.

Segundo encuentro de José con el ládano

Luego de muchos años, el hijo perdido de Jacob se ganó la confianza del Faraón. Se había convertido en el segundo al mando de la nación. También se encargó de la distribución de la comida y su venta a los extranjeros. La hambruna de esa época había llegado a todos los rincones, afectando al pueblo de Israel.

Esto motivó al patriarca a enviar a sus hijos a Egipto a comprar comida, con excepción del menor. Cuando la comisión llegó a su destino, solicitaron hablar con el encargado, sin saber que se trataba de su hermano José. Este quiso comprobar si ellos habían cambiado de actitud y les tendió una trampa.

Él hizo ver que ellos robaron y dejó a Simeón recluido hasta que no trajeran a Benjamín. Su padre quien no estaba a gusto, lo envió junto algunos regalos. Entre estos se encontraba el ládano, pistachos, almendras, miel y otras cosas.

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