Julio significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Julio es de sentimientos fuertes. En las santas escrituras se menciona a un oficial del ejército romano que se llamaba así. Este hombre no era un simple soldado, sino un centurión de la banda de Augusto. Esto quiere decir que era alguien con cualidades sobresalientes y con la capacidad de asumir misiones importantes.

Vídeo sobre el significado bíblico de Julio

¿Cómo se conocieron Julio y Pablo?

Cuando el apóstol estaba en Éfeso en una de sus giras misionales, logró que muchos de los habitantes de la ciudad se hicieran cristianos. Esto no agradó a los comerciantes de la zona, pues esa era un área donde se adoraba a Ártemis. Así que, al tener menos devotos de la deidad, sus ventas bajaban.

Algunos artesanos se alteraron y querían matar a Pablo y sus compañeros. Sin embargo, el registrador intervino y no permitió que ocurriera una desgracia. Por eso, ordenó que la dispuesta fuera resuelta por Festo, quien por casualidad era recibió la visita de Agripa. Cuando el apóstol vio que las autoridades no estaban a su favor, apeló a su derecho de ser atendido por Cesar Augusto.

Los gobernadores buscaron a Julio, el centurión, para que llevara a Pablo y a otros presos a Roma. Desde el momento en el que se conocieron, el oficial se percató que ese no era un prisionero común. Por eso, lo trató con bondad, algo que no era usual en ese tiempo. Cuando hicieron una parada en Sidón, permitió que los amigos del apóstol lo visitaran y atendieran.

¿De qué forma protegió Julio a Pablo?

Todos los que estaban bajo la responsabilidad del oficial, tomaron un barco que iba a Roma. Sin embargo, en el camino el apóstol les advirtió que era peligroso andar en alta mar. Les recomendó que hicieran una parada en un puerto.

Julio no escuchó el consejo, sino que siguió la opinión contraria del piloto y dueño de la nave. Los vientos y el invierno se hicieron cada vez más fuertes y se perdieron algunas pertenencias. Asustados por lo que ocurría, los marineros trataron de escapar. No obstante, Pablo le advirtió y el oficial lo evitó.

Cuando llegaron a una playa, los soldados querían matar a los prisioneros para que no escaparan. Julio no permitió que lo hicieran con el objetivo evitar el asesinato del predicador. Con esto, se pudo lograr el propósito de Dios que Pablo compareciera antes las autoridades civiles. Esta era la manera de que esas personas conocieran las verdades del Cristo.