Jatniel significado bíblico

jatniel hombre

Definición. El significado bíblico de Jatniel, es uno de los hijos de Selemías que formó parte del grupo de los levitas. Se le menciona en el primer libro de las Crónicas junto con Zacarías, Jediael y Zebadías, siendo nuestro personaje el cuarto en nacer.

Por su parte, el nombre Jatniel tiene una relación estrecha con Dios. Esto se debe a que su origen hebreo denota una traducción que dice que el Padre le concede bendiciones. Es por eso, que podemos afirmar que su vida estuvo dedicada al servicio del Altísimo.

Jatniel, el portero coreíta

Entendemos que Jatniel fue descendiente de un hombre levita perteneciente a los que sirvieron en la casa de Jehová. En el libro de las Crónicas se le menciona como a uno de los coreítas que cumplió un rol significativo dentro del contexto sagrado.

No es un secreto que en los tiempos antiguos los porteros tenían diversas funciones importantes. Una de las más relevantes consistía en guardar las puertas del templo de adoración al Señor. En este sentido, Jatniel debía vigilar que se encontraran cerradas en la noche y estar al tanto de los intrusos que pudiesen acercarse al lugar.

Del mismo modo, existían otros trabajadores que rotaban sus turnos para que las torres y puertas de la ciudad permanecieran en estado constante de vigilancia. Entre ellos conviene citar a los guardianes que cooperaban con Jatniel y que se mencionan en el segundo libro de Samuel.

Asimismo, era de gran relevancia el hecho de transmitir a los que se encontraban en la ciudad los mensajes provenientes del exterior. Este tipo de labor también la llevaban a cabo los porteros del templo y brindaban información concerniente a los planes de asesinato, como lo fue el caso del rey Asuero.

Jatniel y los planes de David

Es importante señalar que el siervo de Dios llamado David, decidió organizar al grupo de los levitas, los coreítas y los trabajadores del pueblo. Es por eso, que podemos referenciar a Jatniel como uno de esos hombres a los que se les seleccionó según la casa de sus padres.

En este orden de ideas, los porteros llegaron a registrar un número de hasta 4000 que se establecía por medio de divisiones. Gracias a todo esto, se decidieron los horarios en los que trabajarían y las funciones que cada quien ejercería. Sin dejar de lado, las leyes y ordenanzas que debían seguir en los asuntos sagrados de la casa de Dios.

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