Intercesión significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de intercesión, es la acción de mediar ante algo. Dentro del contexto religioso se le otorga mayor énfasis en cuanto al tema de orar y pedir por parte de los creyentes. Los que hacen súplicas a Dios con la finalidad de que les conceda su favor.

Asimismo, la intercesión también se emplea en pro de otras personas, por citar, familiares o amigos que requieren la ayuda del Padre Celestial. Se encuentran diversos ejemplos tanto en el antiguo como en el nuevo testamento que se citan en el libro del Éxodo, Juan y Lucas.

La intercesión de Cristo

Cuando Jesús descendió a la tierra y comenzó a ejercer su poder en la realización de milagros, fueron millones los que clamaron por su intercesión divina. Así se plasma en Mateo 19:13 de la siguiente manera, 'Entonces le presentaron a unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase. Y los discípulos les reprendieron'.

Como podemos observar, la intercesión se solicitaba sin importar la procedencia, el estatus social o la edad de las personas. De hecho, era frecuente que los más necesitados o los poseídos la requirieran con carácter de urgencia.

De este modo, Jesús les enseñó a sus apóstoles a amar a sus enemigos y a hacer el bien, incluso a los que les aborrecían. La razón es que las buenas acciones debían enfocarse no solo en los que bendecían, sino también en quienes maldecían.

Gracias a las enseñanzas de Cristo, se demuestra que la intercesión consiste en orar y recibir los favores procedentes de Jehová. Y que, a pesar del pecado cometido, es importante rendir cuentas, ser humildes y pedir por el perdón.

La iglesia, la intercesión y los discípulos

Por otra parte, Pedro fue uno de los hombres que pidió por la intercesión de Dios el día que se encontró en custodia en la cárcel. Del mismo modo, los miembros de la iglesia lo hicieron con la finalidad de que le liberasen cuanto antes.

Algo similar ocurrió con Pablo, quien expresó lo siguiente en Romanos 15:30, 'Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios'.

A través de todos estos acontecimientos bíblicos, es posible afirmar que la intercesión no solo provenía del Altísimo, sino también del Espíritu Santo. Quien con sus dones es capaz de otorgar respuestas específicas a situaciones que se desencadenan por medio de la oración.

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