Ave maría significado bíblico

ave maria

Definición. El significado bíblico de ave María se refiere a una de las oraciones más conocidas en la religión católica. Esta alabanza es en honor a la Virgen María, madre de Dios, y se incluye en el Santo Rosario. La palabra 'Ave' proviene del latín 'avêre' y era una expresión usada por los romanos como saludo. Es decir, esta oración es una salutación a María.

Su fundamento se basa en las palabras que le dijo el arcángel Gabriel dándole la noticia y anunciación de su embarazo del hijo de Dios. También es objeto importante de la mariología, que es el estudio de la Santísima Virgen María en todas sus facetas.

La oración de ave María se divide en dos partes

La oración en sí está dividida en dos partes. La primera se basa en el evangelio según San Lucas y el saludo de Isabel a María, el cual, viene inspirado por el Espíritu Santo. En Lucas 1:28 se evidencia: 'Entró el ángel a su presencia y le dijo Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo'. Y en Lucas 1:42: 'y exclamó ¡Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre!'.

La segunda parte 'Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores' no suele ser usada por iglesias orientales. Por otro lado, se considera como una petición para la intercesión de María.

Además, esta también posee su base bíblica en Lucas 1:43: '¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor?'. Sin embargo, su origen es eclesiástico y tiene su primer registro en 1495, aunque se piensa que ha sido empleada desde la edad media.

Ave María purísima, sin pecado concebida

De este término también se desprende la oración 'Ave María purísima, sin pecado original concebida'. Esta expresión se refiere a la pureza de la figura de la madre de Dios, además, reconoce la inmaculada concepción.

La virginidad de María es uno de los dogmas más sagrados de la iglesia católica, el cual nos recuerda la privación de su pecado original. Es importante destacar, que, según el Concilio de Letrán, María fue virgen antes, durante y después de dar a luz. También se reafirma en el Segundo Concilio Vaticano de 1964.

Esta oración es, junto al Padre Nuestro y el Credo, de las más valiosas para la fe cristiana. Además, con el pasar del tiempo, se han presentado versiones musicales en forma de cantos. En el protestantismo no se considera el Ave María o cualquier veneración a la Madre de Jesús. Esto se debe a que interpretan cierto extremismo que desvía la atención hacia Dios.

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